Mi camino hacia la maternidad: la historia de Maricarmen y Mariana

Puntos Importantes:

Mi historia comienza cuando, siendo joven, planeé tener una familia. Logré un embarazo de manera natural, pero a los 27 años sufrí preeclampsia severa combinada con el síndrome de HELLP, una complicación grave que puso en riesgo mi vida y la de mi bebé. Lamentablemente, tuve que interrumpir el embarazo y pasar varios días en terapia intensiva. Todo el mundo me decía que nunca más debía intentar embarazarme porque sería demasiado peligroso.

A pesar del dolor y la desesperanza, mis deseos de ser mamá me llevaron a seguir buscando soluciones. Durante más de diez años recorrí distintas instituciones médicas, tanto públicas como privadas, en México y Nueva York, enfrentando altibajos, decepciones y frustraciones. A veces lloraba y pensaba en rendirme, pero siempre guardé la esperanza de que algo podía cambiar.

En noviembre de 2010 llegué a Ingenes y conocí al doctor Martín Rivera. Desde el primer momento, me escuchó con atención, empatía y profesionalismo. Revisó toda mi historia clínica, analizó los procedimientos previos y diseñó un plan personalizado para lograr el embarazo de Mariana. Me sentí valorada, vista y acompañada, como nunca antes en mi recorrido médico.

Ingenes me brindó apoyo integral con nutrición y psicología, lo que me hizo sentir completamente respaldada.

Durante el proceso, experimenté emociones intensas. Hubo momentos de miedo, tristeza y ansiedad, especialmente al enfrentar pérdidas previas. Cada prueba, cada inyección y cada procedimiento representaban un esfuerzo físico, emocional y económico, pero el acompañamiento constante del equipo de Ingenes me dio confianza y seguridad.

Cuando finalmente recibí la noticia de que estaba embarazada, la emoción fue inmensa. Sin embargo, el embarazo también presentó desafíos: Mariana nació prematura y tuvo complicaciones respiratorias, pero gracias al trabajo coordinado de un equipo de especialistas, logró salir adelante. Cada día con ella es un recordatorio de los milagros que hemos vivido y de la dedicación de los médicos que nos acompañaron.

Hoy, Mariana tiene 14 años, está en secundaria, practica voleibol y sueña con estudiar actuación. Su vida está llena de actividades, amor y aprendizajes, y cada día es un regalo que sus padres valoramos profundamente. Para mí, como mamá, cada etapa ha sido única y enriquecedora, y me siento bendecida de poder acompañarla y guiarla mientras crece.

Si pudiera hablar con la Maricarmen de hace 14 años, le diría que nunca pierda la esperanza, que confíe en sí misma y en su pareja, y que se permita vivir esta aventura con determinación y amor. La maternidad es un camino lleno de emociones, desafíos y alegrías, y con el equipo adecuado, es posible superar los obstáculos y cumplir el sueño de tener un hijo.

Mariana no solo fue deseada y planeada, sino que también es el resultado de años de esfuerzo, fe y confianza en Ingenes. Cada vez que la miro, recuerdo el recorrido que nos llevó hasta aquí y siento gratitud infinita por cada persona que nos acompañó en esta maravillosa aventura.

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