Hola, soy Claudia, mamá de Emily, y quiero compartir nuestra experiencia con Ingenes. Este camino no fue sencillo, pero gracias al acompañamiento y la dedicación del equipo, hoy tenemos a nuestra hija en nuestros brazos.
Llegamos a Ingenes después de 12 años de intentar tener un bebé.
Yo tengo endometriosis severa, y los médicos nos habían dicho que sería complicado lograr un embarazo. Habíamos pasado por clínicas y tratamientos, incluso cuatro inseminaciones, sin éxito. La frustración y la tristeza eran constantes, y a veces parecía que no habría solución.
Cuando descubrimos Ingenes, decidimos confiar en su experiencia y apoyo. La primera consulta nos dio claridad y esperanza. Desde ese momento, el doctor Adrián nos guió paso a paso, explicándonos cada procedimiento y acompañándonos durante todo el proceso. Gracias a ello, logramos el primer intento exitoso de fertilización in vitro.
Recuerdo con emoción el momento en que nos confirmaron que estaba embarazada. Después de tantos años de lucha, sentir que nuestro sueño se hacía realidad fue indescriptible. Hubo miedo, claro, miedo de perderla como había pasado con otros intentos, pero también una gran alegría y gratitud por la oportunidad que nos dieron.
Mi esposo estuvo siempre a mi lado, acompañándome en cada paso, apoyándome con las inyecciones, los controles y las emociones que acompañan un tratamiento de fertilidad. Su presencia fue fundamental; su paciencia y amor hicieron que este camino, aunque largo y tedioso, fuera más llevadero.
Hoy, Emily tiene seis años, y cada día con ella es un regalo. Nos recuerda todo el esfuerzo, la esperanza y la perseverancia que nos llevó a tenerla. A todas las parejas que están en un proceso similar, les decimos: no pierdan la fe, sean perseverantes y confíen en el acompañamiento médico. Incluso cuando parece imposible, con apoyo, ciencia y amor, los sueños se cumplen.Si pudiera darle un mensaje a nuestra pequeña Emily para cuando crezca, sería: “Siempre sigue tus sueños, sé valiente y recuerda que llegaste al mundo rodeada de amor y lucha”. Porque Emily no solo es nuestro mayor logro, sino también la prueba de que nunca hay que rendirse.