Hola, soy Ruth Goyena Pacheco y él es Diego Pérez Cid. Somos los papás de Jazmín y Diego Cid, y formamos parte de la familia Ingenes.
Nuestro camino para tener a nuestros hijos fue muy difícil.
Habíamos perdido un bebé antes, y yo tuve preeclampsia severa con síndrome de HELLP. Los médicos me dijeron que nunca volvería a tener hijos, que arriesgarme podía costarme la vida. Mi esposo estaba muy triste, pero nunca se dio por vencido. Un conocido le sugirió que buscara a Ingenes, y gracias a su insistencia, decidimos intentar nuevamente.
Fue un proceso lleno de miedo e incertidumbre. Yo temía por mi vida y por la posibilidad de no llegar a término con el embarazo, y cada paso del camino requería mucha valentía. Pero el equipo de Ingenes nos brindó seguridad y acompañamiento total. Los doctores materno-fetales y todo el personal me hicieron sentir cuidada y en confianza, explicándome cada detalle y cuidando de cada aspecto del proceso.
Lo más emocionante para mí fue cuando se implantaron los embriones. Ver ese momento, saber que todo el esfuerzo y la esperanza estaban dando frutos, fue mágico. Al principio se implantaron tres embriones, lo que nos dio miedo, pero al final se lograron dos: Jazmín y Diego.
Recibir la noticia de que estaba embarazada fue un momento de alegría indescriptible. Nunca perdí la fe, y gracias a la orientación, el acompañamiento y la calidez de Ingenes, logramos que nuestros hijos llegaran al mundo sanos y deseados.
Hoy, Jazmín y Diego Cid, nacidos en 2021, son nuestra mayor alegría. Mis hijos son el sueño largamente esperado que finalmente se hizo realidad. Son amados, deseados y parte de un camino lleno de esperanza, perseverancia y amor.Mi mensaje para los papás que están en búsqueda de sus estrellas es: no pierdan la esperanza. Siempre hay opciones y soluciones, incluso en casos difíciles. La ciencia y la dedicación de Ingenes están de la mano para hacer posible lo que parece imposible.