Hola, soy Adriana Chávez, mamá de Noah Farid, y quiero compartir nuestra experiencia con Ingenes. Este camino fue largo, lleno de desafíos, pero hoy tener a Noah en nuestra vida es un regalo invaluable.
Llegamos a Ingenes después de dos años intentando tener un bebé.
Durante ese tiempo, visitamos varios lugares y recibimos diagnósticos que nos indicaban que necesitaríamos asistencia médica especializada. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que necesitábamos la ayuda de expertos en fertilidad.
Lo que más nos marcó de nuestro tratamiento fue la ilusión de poder traer una estrella propia a nuestro hogar. Desde el primer momento, el equipo nos transmitió empatía y acompañamiento. Nunca nos sentimos solos; los doctores y el personal nos guiaron con paciencia, explicando cada paso y cada procedimiento con claridad y humanidad.
Para mí, lo más memorable fue el momento en que nos confirmaron que estaba embarazada. Después de tanto esfuerzo, lágrimas y miedo, recibir la noticia fue un instante de pura felicidad y esperanza. Sentí que finalmente nuestro sueño se estaba haciendo realidad.
El acompañamiento de mi esposo fue fundamental. Él estuvo presente en cada paso, apoyándome, motivándome y compartiendo todas las emociones de este proceso. Juntos enfrentamos la incertidumbre, los tratamientos y la espera, y aprendimos que la perseverancia y la fe son esenciales para lograr un sueño tan anhelado.
Hoy, Noah Farid nació en 2024, y cada día con él nos recuerda lo valioso que es nunca perder la esperanza. A todas las parejas que están en un camino similar, les decimos: no están solos, confíen en los especialistas, y sigan luchando por su sueño, porque con apoyo, ciencia y amor, se puede lograr.Si pudiéramos darle un mensaje a Noah para cuando crezca, sería: “Siempre recuerda lo amado y deseado que fuiste desde el principio, y que llegaste al mundo rodeado de fe y esperanza”.