La salpingoclasia, ligadura de trompas u obstrucción tubárica bilateral; es uno de los principales procedimientos quirúrgicos para la esterilización de la mujer. Consiste en cortar, engrapar, bloquear, atar o cauterizar las trompas de Falopio, con ello se imposibilita el traslado del óvulo desde el ovario hasta el útero, a su vez, se impide que los espermatozoides se encuentren con el óvulo y lo fecunden.
Aunque la ligadura de trompas es considerada un método de esterilización permanente, existen diversos procedimientos que hacen posible concebir un bebé nuevamente, dependerá de la pareja y de la asesoría médica, decidir cuál es el más conveniente.
Los especialistas en reproducción a nivel mundial, recomiendan la Fecundación in vitro (FIV) por encima de cualquier otro tratamiento, esto debido a que es el procedimiento con menos complicaciones a largo plazo (comunes en una cirugía de reconexión tubárica, por ejemplo), además, la mujer puede mantener su salpingoclasia, es decir; ya que la fecundación ocurre en un laboratorio, la paciente no requiere de volver a utilizar anticonceptivos y puede seguir teniendo el control sobre su fertilidad cuando haya concebido al bebé deseado.
Además de dichas ventajas, la FIV posee garantías importantes para tener como resultado un bebé en casa en muy poco tiempo:
Como se mencionó, se lleva a cabo en un laboratorio y se siguen cinco pasos básicos para el procedimiento:
1.- Estimulación ovárica: este proceso dura alrededor de 10 días durante los cuales la mujer medicamentos que estimulan su producción de óvulos. La administración de medicamentos siempre debe ser monitoreada por un especialista en reproducción experimentado para evitar riesgos derivados.
2.-Punción ovárica: Aquí ocurre la extracción de óvulos mediante un ultrasonido adaptado con un aditamento que cuenta con una aguja que atraviesa la pared vaginal hasta llegar a los ovarios, donde succiona los folículos para obtener óvulos maduros.
3.- Fertilización: una muestra de semen es procesada a través de una técnica conocida como capacitación espermática. Una vez obtenidos los mejores espermatozoides, se colocan junto con los óvulos de mejor cálidad en una placa de laboratorio para permitir que la fertilización tenga lugar.
4.- Cultivo de embriones: cuando son fertilizados, los óvulos se convierten en embriones, estos se mantienen en incubadoras especiales dentro del laboratorio de reproducción asistida.
5.- Transferencia de embriones: los embriones son colocados dentro del útero materno mediante un catéter muy fino que se introduce vía vaginal. Esta técnica se realiza bajo guía de ultrasonido abdominal, es indolora y toma sólo unos minutos.
Al momento de la estimulación ovárica, es imprescindible que un especialista en reproducción monitoreé a la paciente para evitar síndrome de hiperestimulación ovárica o embarazos múltiples. Son riesgos posibles, pero descartables y fácilmente evitados cuando se recurre a médicos de primer nivel.
Es importante resaltar que una vez concluida la Fecundación In Vitro (FIV), la paciente debe esperar alrededor de dos semanas para hacerse una prueba de embarazo. Se recomienda que use un suplemento de progesterona administrado vía vaginal o intramuscular hasta el día de la prueba de embarazo y continuarlo durante un lapso de 8 a 10 semanas cuando la prueba es positiva. Esta hormona ayuda a engrosar el revestimiento del útero y facilita por tanto la correcta implantación del embrión.
Sin embargo, cada caso es único y la manera de tratarlo también. Por lo que recomendamos que acudas a Ingenes para que un especialista de la reproducción valore tu caso y con un diagnóstico oportuno recomiende el programa integral adecuado para que logres tener a tu bebé en casa.