La fecundación in vitro, más conocida por sus siglas como FIV, es una técnica avanzada que ha abierto nuevas puertas a parejas que desean ser padres. Aquí te detallamos su proceso y relevancia.
La FIV es un procedimiento donde los ovocitos (óvulos) y espermatozoides se unen fuera del cuerpo. Esta técnica es un resultado directo de los progresos en medicina reproductiva.
"In vitro" proviene del latín, significando "en cristal". Esto se debe a que la fertilización ocurre en contenedores de cristal, como tubos de ensayo y placas de Petri.
Originalmente diseñada para abordar problemas en las trompas de Falopio, la FIV ha demostrado ser eficaz en tratar diversas causas de infertilidad.
El éxito de la FIV depende de la salud de los ovocitos y espermatozoides, así como de la capacidad del útero de sostener el embarazo. Las donantes ovulares pasan por un proceso de estimulación para producir múltiples folículos. Una vez maduros, se extraen los ovocitos con precisión, utilizando una aguja guiada por ultrasonido. Solo los ovocitos de mejor calidad son seleccionados para el proceso de fertilización. Después de aproximadamente 48 horas, el ovocito fecundado evoluciona en un embrión listo para ser transferido a la paciente.