La diferencia principal entre FIV e ICSI radica en la fertilización. En la FIV tradicional, los óvulos y espermatozoides se colocan juntos para que la fertilización ocurra naturalmente. En ICSI, un solo espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo, lo que es especialmente útil en casos de baja calidad de esperma.
El tratamiento de FIV con ICSI dura entre 4 a 6 semanas. Incluye la estimulación ovárica, la extracción de óvulos, la inyección del esperma en los óvulos (ICSI), y la transferencia de embriones al útero. Después de la transferencia, se espera alrededor de 2 semanas antes de confirmar el embarazo mediante una prueba de sangre.
No hay un número exacto de óvulos necesarios para ICSI, pero se recomienda tener al menos 8-15 óvulos maduros para aumentar las posibilidades de éxito en la fertilización in vitro ICSI. Sin embargo, la calidad de los óvulos es más importante que la cantidad, y el especialista determinará el número óptimo para el tratamiento.
Los riesgos del tratamiento ICSI incluyen daño a los óvulos durante la inyección del espermatozoide, tasas ligeramente más altas de anomalías genéticas en comparación con la FIV tradicional, y el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) debido a la estimulación hormonal. Aunque estos riesgos son raros, es importante discutirlos con el especialista en fertilización ICSI.
El éxito del tratamiento ICSI en el primer intento varía, con tasas de éxito que oscilan entre el 50% y 70% para mujeres menores de 35 años. Sin embargo, la tasa puede disminuir con la edad o si hay otros factores de infertilidad presentes. La calidad del esperma y de los óvulos también influye en los resultados de fertilización in vitro ICSI.
El principal beneficio de ICSI en la FIV es su capacidad para superar problemas graves de fertilidad masculina. Al inyectar directamente un espermatozoide en el óvulo, el tratamiento ICSI incrementa las posibilidades de fertilización en casos donde el esperma tiene baja movilidad o cantidad, lo que podría impedir la fertilización en una FIV tradicional.
La cobertura de seguro para el tratamiento ICSI varía según la póliza y la ubicación. En México, algunas aseguradoras pueden cubrir parcialmente los costos de FIV con ICSI, pero es importante revisar las especificaciones del plan y consultar directamente con la compañía de seguros para entender la cobertura y posibles gastos adicionales.
Sí, es posible realizar el tratamiento ICSI con óvulos o esperma congelados. La fertilización in vitro ICSI es compatible con muestras criopreservadas, lo que permite a los pacientes utilizar material genético previamente almacenado. Este enfoque es común en situaciones donde el tiempo o la salud del paciente requiere la congelación de óvulos o esperma.
Algunos estudios sugieren un pequeño aumento en el riesgo de defectos de nacimiento con el tratamiento ICSI, en comparación con la FIV tradicional. Sin embargo, la mayoría de los bebés nacidos mediante fertilización in vitro ICSI son completamente sanos. Es importante discutir estos riesgos con el especialista en ICSI en México para tomar una decisión informada.