La miomatosis uterina es la aparición de miomas o fibromas en el útero de la mujer. Estos son tumores benignos que se clasifican por su localización.
Los miomas o fibromas en el útero de la mujer se clasifican de la siguiente manera, según su localización:
Son el tumor pélvico más común. Aproximadamente 20% de las mujeres sufre de miomatosis uterina durante su edad reproductiva (desde su primera menstruación hasta la menopausia) y en particular las mujeres mayores de 30 años.
Los miomas uterinos pueden ser microscópicos o crecer lentamente hasta llenar todo el útero, tienen distintas formas y tamaños y, aunque pueden ser únicos, la mayoría de las veces son múltiples.
Estos tumores están presentes tanto en mujeres fértiles como en mujeres que tienen problemas para concebir. Sin embargo, el 80% de los casos de infertilidad por factor uterino se debe a la aparición de miomas que afectan la cavidad uterina, como es el caso de los intramurales y submucosos.
La localización de los miomas uterinos es muy relevante, ya que puede determinar si éstos producen o no infertilidad al alterar el transporte de los espermatozoides o el proceso de implantación del embrión.
Los miomas uterinos pueden causar complicaciones en el embarazo, tales como:
Aproximadamente el 25% de los miomas uterinos son asintomáticos. Sin embargo, también pueden manifestarse a través de:
Es importante señalar que los síntomas de la miomatosis uterina dependen del tamaño, la localización y el número de fibromas presentes.
Aunque no se conoce la causa específica de los miomas uterinos, se cree que su aparición está relacionada con una predisposición genética.
Asimismo, su crecimiento se asocia con la actividad hormonal de los ovarios, en particular con la producción de estrógeno y progesterona.
Los miomas uterinos aparecen durante la edad reproductiva de la mujer, crecen durante el embarazo (cuando hay un nivel elevado de hormonas) y desaparecen después de la menopausia, cuando los niveles hormonales son más bajos.
Acercarnos a un médico especialista es el primer paso. Mientras que, posteriormente, será esencial un ultrasonido vaginal. El cual es el estudio más confiable para el diagnóstico de la miomatosis uterina, al ofrecer una precisión cercana al 95% cuando se realiza a través del abdomen y al 100% cuando se realiza en forma intravaginal.
Es importante que el ultrasonido vaginal sea interpretado por un experto, quien obtendrá el máximo de información del procedimiento.
Cuando se quiere lograr un embarazo, el tratamiento de la miomatosis uterina depende de la edad de la mujer y, sobre todo, del tamaño y localización de los miomas.
Los miomas subserosos rara vez afectan la fertilidad, pero a las pacientes con miomas submucosos o intramurales mayores a 5 centímetros se les recomienda que consideren tratamientos como la Fecundación In Vitro (FIV), sobre todo si tienen más de 35 años.
La FIV es muy efectiva cuando la miomatosis uterina no afecta la cavidad endometrial, y en Ingenes, alcanzamos hasta 96% de probabilidades de éxito con un esquema de tratamiento multiciclo con 4 ciclos diferentes de FIV.
Los miomas suelen alterar el transporte de los espermatozoides y el proceso de implantación del embrión, pero la Fertilización In Vitro hace posible fecundar el óvulo en un laboratorio.
Después, se colocan los embriones con mayor poder de implantación en el sitio indicado dentro del útero de la mujer.
En contadas ocasiones las mujeres deben someterse a una miomectomía antes de proseguir con el tratamiento de Fecundación In Vitro (FIV).
Esta es una cirugía para extirpar los miomas uterinos, después de la cual la probabilidad de embarazo aumenta y hay una disminución significativa en la tasa de abortos.
Es importante que un nuevo ciclo de Fecundación In Vitro (FIV) se lleve a cabo inmediatamente después de la miomectomía, ya que la probabilidad de embarazo disminuye de nuevo después del primer año debido a la recurrencia de los miomas uterinos.