De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estado nutricional y de salud en general en el que se encuentre la mamá antes y durante el embarazo, afecta directamente al bebé, tema en el que gradualmente hay mayor conciencia sobre la adecuada nutrición en estas etapas.
En este sentido, la importancia de la alimentación es fundamental por su capacidad de influencia, cotidianeidad y esencialidad, por lo que cuidar este aspecto en la etapa de planeación tendrá resultados positivos.
Así, los especialistas recomiendan el consumo de los alimentos que a continuación te presentamos, por su gran aporte en nutrientes esenciales para esta fase donde las mujeres buscan un bebé en casa:
1. Lácteos enteros, pescados azules y yema de huevo de tres a cuatro veces por semana:
Con los lácteos enteros nos referimos a aquellos productos que no están reducidos en grasa o deslactosados, como la leche, queso, yogur o crema. Cabe mencionar que existen excepciones si tienes problemas de intolerancia a la lactosa.
Por otro lado, entre los pescados azules más consumidos en esta etapa están el salmón, trucha, arenque, sardina, anchoas y cazón. Un consumo de una a tres raciones a la semana de estos pescados es suficiente para un buen aporte de cinc y ácidos grasos omega 3 que favorecen el desarrollo cerebral de tu bebé.
El pescado debe estar bien cocido, notarás que ya está en su punto cuando puede desarmarse con facilidad, y debes evitar la ingesta de peces grandes y depredadores como tiburón, pez espada, caballa gigante o blanquillo, para reducir tu exposición al mercurio que contienen estos ejemplares, así como preparaciones ahumadas.
Además, en todos estos alimentos encuentras vitamina D, un nutriente esencial para absorber calcio y fomentar la salud de los huesos, disminuye el riesgo de padecimientos autoinmunes, y evita el desarrollo de diferentes tipos de cáncer.
2. Verduras, hortalizas, leguminosas, frutos secos y cereales integrales:
En todos estos alimentos se encuentran vitaminas y minerales, especialmente el ácido fólico, que previene el desarrollo de defectos en el tubo neural del bebé.
Algunos ejemplos de hortalizas son: Acelga, albahaca, apio, cebolla, coliflor, espinacas, lechuga, perejil, rábano.
Entre las leguminosas más comunes encontramos: Frijoles, habas, lentejas y garbanzos.
Como cereales integrales tenemos: trigo, cebada, centeno, arroz integral, granos enteros de maíz, avena y sorgo como algunos ejemplos.
A nivel mundial, estos defectos del tubo neural en el nacimiento afectan a uno de cada 33 bebés recién nacidos, según los datos de la OMS, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México el 75% de los casos de daño en el tubo neural corresponden a espina bífida.
3. Alimentos de origen animal:
Nos referimos a carnes rojas y blancas como res, pollo, pescado, cerdo y mariscos en un apartado especial, pues son altos en vitamina B12, que al igual que el ácido fólico, influye en el desarrollo del sistema nervioso y previene complicaciones en su formación. Además tienen un importante aporte de hierro, que es fundamental para la creación de glóbulos rojos en la sangre, lo que previene la anemia materna, el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro.
Por otro lado, la deficiencia de estos nutrientes contribuye a que el bebé desarrolle en el futuro problemas metabólicos como la diabetes tipo 2, y la OMS estima que más del 40% de mujeres embarazadas en el mundo sufren anemia, que se deriva principalmente por la carencia de hierro.
Entre otras recomendaciones que los especialistas consideran importantes para lograr el bebé deseado, están el mantener una vida activa y eliminar hábitos nocivos que perjudicarán el desarrollo del bebé, como el consumo de alcohol o tabaco.
Independientemente de la importancia en la variedad de los alimentos, hay un punto trascendental en la alimentación en esta etapa: las porciones y la preparación.
Con este dato, especifican que una mujer en planeación de un bebé en casa debe ser evaluada por un nutriólogo, para que su alimentación sea acorde a las características específicas de su estado actual de salud y nutrición, y la forma en que la futura mamá prepare sus alimentos influirá en el aumento de peso saludable una vez que el embarazo esté logrado.
Para este punto los nutriólogos recomiendan los siguientes detalles de preparación de los alimentos:
Es un hecho que la alimentación es un factor crucial, tanto en la salud en general como en esta importante etapa de planeación de un bebé. Sin embargo, también existen otras circunstancias en tu organismo que pueden impactar directamente en la fertilidad, y es en este punto cuando debes acudir con especialistas en Biología de la Reproducción.
Estos expertos tienen los conocimientos y experiencia para ayudarte a encontrar las causas que no te han permitido lograr a tu bebé en casa, y además te darán las mejores opciones para que este sueño se cumpla.
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