La infertilidad masculina afecta a 4 de cada 10 personas que experimentan problemas para concebir, una situación que tiene múltiples causas. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, cualquiera de ellas puede superarse para lograr un bebé.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, existen alrededor de 186 millones de personas en el mundo que presentan problemas relacionados con su fertilidad, sin embargo, son pocos los que recurren a especialistas para buscar una alternativa que les ayude a concebir.
Los problemas de fertilidad se refieren a la incapacidad de procrear un hijo, aunque se hayan tenido relaciones sexuales de manera frecuente y sin protección durante un año o más, y es algo que puede afectar tanto a mujeres como a hombres.
Actualmente y desde hace varios años existen diferentes métodos de Reproducción Asistida, los cuales tienen la finalidad de ayudar a las personas que enfrentan obstáculos para tener un bebé; y como dijimos antes, la infertilidad es un problema de mujeres y hombres.
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Existe un gran número de causas que desencadenan los problemas de infertilidad masculina, entre las más comunes podemos mencionar:
A esto, se suma el estilo de vida, porque sin duda es algo que también impacta en la salud. Por lo tanto, el consumo de drogas, alcohol y tabaco también pueden ser detonantes de la infertilidad masculina.
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Las tecnologías de Reproducción Asistida están diseñadas para ayudar a concebir un bebé, no sólo a las mujeres que presentan algún problema o impedimento para conseguirlo, sino que también están pensadas para los hombres que atraviesan algún caso de infertilidad.
La Fertilización In Vitro es el tratamiento con la tasa de casos de éxito más alta, ya que favorece la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide de manera externa, es decir, en un laboratorio, para que una vez formado el embrión se traslade directamente al útero materno.
Sin embargo, cuando los espermatozoides no cuentan con la calidad suficiente para conseguir fecundar un óvulo y entonces dar paso a la formación de embriones, existen técnicas especializadas que contribuyen a lograrlo conocidas como ICSI y PICSI.
ICSI es la Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides, una técnica que consiste en la extracción de un espermatozoide a partir de una muestra de semen o mediante una biopsia testicular, para ayudar a seleccionar los espermatozoides más adecuados.
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Y por su lado, PICSI, es la técnica diseñada para mejorar la práctica de la Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), en la que un solo espermatozoide se selecciona y se inyecta en el óvulo para conseguir la fertilización, lo que hace posible elegir un espermatozoide competente con base en su habilidad para unirse al ácido hialurónico, componente principal de las células que rodean al óvulo.
Ambas técnicas son implementadas en Ingenes para garantizar el mejor resultado en los tratamientos de Fertilización In Vitro.
En Ingenes hemos perfeccionado la técnica de Fertilización In Vitro a través de nuestros Programas Multiciclo, ofreciendo hasta 4 intentos para tener un bebé y garantizar hasta un 96% de probabilidades de éxito, una oportunidad única para hombres y mujeres que desean convertirse en papás.