Una vez que tu óvulo es fertilizado por un espermatozoide, cada uno aporta 23 cromosomas, que contienen un número específico de genes, los que formarán a tu embrión. En caso de que tú o el padre/donante manifiesten alguna alteración genética en sus cromosomas, o tu embrión presente alguna perturbación en los suyos, esto podría desencadenar problemas de implantación e incluso abortos recurrentes.
Cualquier padecimiento o alteración genética que puedas estar atravesando, tú, tu pareja o tu embrión, puede atenderse de forma adecuada y no es impedimento para que termines tu embarazo y tengas a tu bebé en casa.
El primer paso es agendar tu Primera Consulta, llevado a cabo por especialistas en Reproducción Asistida. Queremos cumplir tu sueño más anhelado: ser mamá.