La Fertilización In Vitro (FIV) es un procedimiento avanzado y efectivo para superar diversas dificultades de fertilidad. Este proceso puede ser un viaje emocional, lleno de esperanza y expectación. Hoy, nos gustaría llevarles a través de uno de los pasos más cruciales y emocionantes de la FIV: la transferencia embrionaria.
La transferencia embrionaria es el paso final en el proceso de FIV. Después de que los óvulos han sido fertilizados en el laboratorio y se han desarrollado hasta convertirse en embriones, uno o más de estos embriones son seleccionados para ser transferidos al útero.
Este procedimiento es relativamente simple y no suele causar molestias. El especialista en fertilidad coloca cuidadosamente los embriones en un catéter delgado y flexible. Este catéter se introduce suavemente a través del cuello uterino hasta llegar al útero, donde los embriones son depositados.
El número de embriones a transferir dependerá de varios factores, entre ellos, la calidad de los embriones, la edad de la paciente, su historial médico y reproductivo. El objetivo es maximizar las posibilidades de embarazo, mientras se minimiza el riesgo de un embarazo múltiple, que puede presentar mayores complicaciones.
En términos físicos, la preparación involucra asegurarse de que tu útero esté en las mejores condiciones posibles para la implantación del embrión. Esto puede incluir la toma de medicamentos hormonales recetados por tu médico. En términos emocionales, es importante buscar apoyo y cuidar tu bienestar mental durante este periodo, ya que puede ser emocionalmente intenso.