La ovodonación es una de las alternativas de la Reproducción Asistida para todas las personas que deseen tener bebés y viven con problemas de infertilidad.
Implica la utilización de óvulos donados por una mujer joven y sana que ha sido sometida a una serie de pruebas para asegurarse de que no padece enfermedades infecciosas o genéticas. Los óvulos se extraen mediante un procedimiento quirúrgico y se fertilizan en el laboratorio.
Este procedimiento se realiza cuando una mujer no puede producir óvulos de calidad suficiente para lograr un embarazo, ya sea debido a problemas de salud, edad avanzada, o porque ha atravesado por tratamientos de quimioterapia o radioterapia que han afectado su fertilidad.
A través de esta alternativa, Rocío cumplió su sueño de ser mamá. Esta es la historia de cómo la ovodonación es una opción 100% segura para lograr un embarazo después de los 40.
"Me dijeron que para ser mamá tendría que recurrir a la ovodonación y a una le pasan muchas cosas por la mente: '¿es como si no fueran mis hijos?, ¿cómo es eso?
Desde el año 2010 estuve buscando un bebé, fui a dos clínicas, tuve un tratamiento de dos años y no tenía resultados. Una amiga me habló del Instituto y llegué desanimada, tenía más de 40 años y sentía que el tiempo me estaba ganando la batalla.
Desde un inicio me dijeron que no había muchas posibilidades, pero que podría hacerlo con una ovodonación. La decisión me tomó tiempo, pero al final la tomé.
Durante el proceso te animas y te desanimas, pero en el segundo intento resultó. Me llenó de felicidad, pero también de angustia. Mi embarazo fue delicado, tuve amenaza de aborto y necesité guardar reposo… pero pensaba: '¡quiero a mi bebé, no puedo renunciar ahora!'.
La donación de óvulos me hizo pensarlo. El esperma es de mi pareja y además vive en mí, crece en mí. Es tu hijo porque lo sientes, lo tocas, lo vives… Hubo momentos en que pensé que lo iba a perder, es mi hijo y luché mucho para poder tenerlo.
Por ahí del séptimo mes se me reventó la fuente y nació algo bajo de peso, pero Carlos es perfecto, nos dio mucha felicidad. Cuando él nació yo tenía 49 años y quería otro bebé.
El día de la prueba salí muy baja de probabilidades, pero la doctora me dijo que siguiera el tratamiento, que estaba embarazadísima, ¡me hizo el día! Una nueva esperanza.
Todo con Branco fue muy bien, mi embarazo fue muy diferente, todo perfecto, pero me dijeron que lo tomara con calma. Se me adelantó otra vez y fue prematuro. Al nacer, tardó en llorar… esos 30 segundos fueron una eternidad.
No se queden con ese sueño a medias, decídanse a lograrlo, ya sea con sus propios óvulos o con óvulos donados, es lo mismo: Son tus hijos. Ellos llevan mi sangre, es un sueño que se materializó.
Aquí vivieron, aquí los tuve y son completamente míos. Soy la mujer más feliz de todo el mundo."
Si tu sueño, como el de Rocío, es formar una familia, la ovodonación podría ser una alternativa para ti.
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