Como una alternativa de Reproducción Asistida más, de las muchas que existen en la actualidad, con Fertilización In Vitro millones de mujeres en todo el mundo han podido consolidar su sueño de convertirse en madres, aún cuando su edad reproductiva es avanzada.
Conoce la historia de Claudia, quien tuvo a su pequeño Emilio poco antes de cumplir 50 años, gracias a un programa multiciclo de FIV; y si tú también estás pensando en la posibilidad de tener un bebé y si tienes 35 años o más, continúa leyendo y, ¡no te rindas!
"Voy a cumplir 50 años y, aún continúa pareciéndome impresionante que haya logrado convertirme en mamá. La segunda vez que me inseminaron en otra clínica de fertilidad y no funcionó, fue decepcionante, fue tan doloroso que lo dejamos de intentar.
Algunas personas pueden ser muy hirientes, y claro que no tienen esa intención, porque no saben lo que significa pasar por una situación como esta. Mi familia y un par de nuestros amigos más o menos tenían idea de cómo estaba todo y, aún así, llegaban a preguntarme cosas como estas todo el tiempo: '¿Estás segura de que a tu edad puedes tener un bebé?, ¿en serio no te da miedo?, ¿qué va a pasar cuando crezca?, será como si fueras su abuelita, ¿no?'.
No es algo que una esté contando así como así, quizás sería mejor pero las personas no saben, ellos tampoco sabían, pero nosotros estuvimos 5 años tratando de tener un hijo.
Mi esposo y yo nos dimos cuenta de que no podíamos hacerlo sin ayuda desde el primer año. Llegamos con el ginecólogo, tuvimos 2 tratamientos de inseminación artificial, durante la primera estábamos muy contentos y no pasó, nos desilusionamos mucho.
Fue triste, pero la segunda vez fue muchísimo peor, ¡horrible!, muy doloroso y por eso fue que platicamos y decidimos dejarlo de intentar. Pero después de un tiempo, platicando con una amiga de mi esposo, ella nos contó que tuvo a su bebé aquí, con ayuda del Instituto, y fue así como nos animamos a intentarlo nuevamente.
Cuando llegamos, nuestros doctores dijeron que mi edad no era un obstáculo, que todo el tema del reloj biológico no es como muchas personas piensan porque sí era posible tener un hijo después de los 35 años. Le creí, nos dio esperanzas y ahí fue que comenzamos nuestro tratamiento con Fertilización In Vitro.
Yo estaba en Cancún, andábamos de viaje cuando me habló mi doctor para decirme que nos debíamos regresar para hacer ya la transferencia con FIV y volvimos de inmediato. A las 3 semanas después hice trampa, porque nos insistieron en que no probáramos con pruebas caseras pero, ¿sabes? Yo me moría de ganas por ver ese palito pintado con dos rayitas...
Así que hice trampa, sí, me hice la prueba de embarazo y, ¡salió positiva! ¡finalmente lo logramos! Después de eso fui para que me hicieran la prueba de sangre porque quería estar segura, después de todo lo que pasas no lo puedes creer, ¡pero esa me lo confirmó!
El primer latido que escuchas es música para tus oídos, suena muy rápido y sabes que es de verdad, es ahí cuando te das cuenta que esto de la Reproducción Asistida no es ciencia ficción, y que tú puedes tener a tu bebé con Fertilización In Vitro, ¡créeme! Yo lo hice y esto es completamente real.
Ya para nuestro embarazo quisimos quedarnos también ahí, pasamos con otra doctora, especialista Materno-Fetal, me sentía la más poderosa cuando nos dijeron que, ahora, nuestras citas médicas serían de ese lado.
Durante uno de mis ultrasonidos la doctora me dijo: ‘¡Mira a tu bebé, hasta se ven sus pestañas!’ Yo en ese momento solo podía pensar en que estuviera bien pero, cuando nació tenía las pestañas más grandes del mundo, hasta más que yo y pensé '¡Esos ojitos, esas pestañitas, es mi hijo!' Verlo, conocerlo y sentirlo después de nacer fue simplemente algo maravilloso.
La vida me cambió por completo, y cuando escucho que me dice: '¡Mamá!', Dios, ¡se me llena el corazón de orgullo! Soy mamá, y hoy, me siento completa. Nos sentimos realizados totalmente porque, mi marido y yo ya éramos felices, una familia pero, no hay punto de comparación con la felicidad que tenemos ahora al verla crecer con él.
Amanecer temprano todos los días para verlo, que me sonría, verlo reír tanto y después dormir tan tranquilo... es todo lo que quise tener, es mi amor, mi Emilio; cuando veo su mirada recuerdo todo lo que pasé y me llena de fuerza, sé que puedo vencer cualquier obstáculo que se me ponga enfrente.
Con Fertilización In Vitro me transformé en mamá y con él he logrado apreciar cada pequeño momento, cada instante, cada esfuerzo y todo el trabajo de mi esposo y el mío en estos últimos 5 años. Lo llevo conmigo todo el tiempo, tengo su foto en un collar que llevo siempre colgado al cuello, él y yo estaremos juntos para siempre".
Si tú quieres ser madre y tienes 35 años o más, queremos decirte que miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y hoy el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo.
En caso de que tengas esa edad o seas mayor y estés intentando tener un bebé pero, aún no haya sido posible, es importante que acudas con médicos especialistas en fertilidad y Biología de la Reproducción Humana, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas de Reproducción Asistida con las mayores probabilidades de éxito, como con la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te están impidiendo lograr ese sueño y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
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Con una Fecundación In Vitro a los 40, Silvia logró tener a su primer hijo, Santiago; pero la gran sorpresa vendría un año y medio después, cuando se embarazó de su segunda bebé, Emma, sin ayuda de algún tratamiento de Reproducción Asistida. Conoce su historia y cómo gracias a una donación de óvulos, ella pudo cumplir su sueño de transformarse en mamá.
“Mi esposo y yo dejamos las etiquetas, los tabús sobre la donación de óvulos, la presión social y tomamos la decisión de tener a Santiago y a Emma, porque no hay diferencia, ellos dos son 100% mis hijos.
Tengo 44 años y vivimos en Chiapas, y cuando decidimos que queríamos tener un bebé fuimos con un médico que se enfocaba en ayudar a "familias ya grandes”, ahí fue cuando nos topamos con la dificultad por embarazarnos.
Antes de conocer a mi pareja no tenía muchas intenciones de ser mamá. Él y yo hablamos, queríamos tener un bebé que fuera un pedacito de ambos, pero tomamos la decisión cuando yo ya era grande; pensamos: “Ok, no pasa nada, vamos con un médico para que nos oriente y me embaracé”, así lo hicimos, ¡y lo logramos! Estábamos tan felices, pero desafortunadamente tuve un aborto, eso nos afectó muchísimo.
En ese momento, yo no sabía si seguir intentándolo o no, fue algo muy difícil, pero en ese tiempo mi papá nos contó que había visto publicidad del Instituto, y empezamos a tantear la posibilidad de acudir aquí.
Mis papás viven en la Ciudad de México y decidimos ir a la sucursal de allá. Cuando llegamos para nuestro Programa Inicial, me hicieron un examen completo para evaluar todo sobre mi salud reproductiva, y resultó que mi formación de óvulos era muy baja, debido a mi edad.
Queríamos un tratamiento que fuera lo más seguro posible, algo que de verdad nos garantizara las mayores probabilidades, para que ahora sí pudiéramos lograrlo, y nos recomendaron un tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro.
Desafortunadamente el primer intento no funcionó, y después el segundo ciclo tampoco, y ahí fue cuando de verdad todo se hizo caótico, no entendía por qué pasaba todo esto, ¿por qué no podíamos embarazarnos? Fueron momentos muy oscuros, me sentía perdida y no paraba de llorar.
Hablé con mi doctor y él me recomendó que tomara la opción de recurrir al apoyo emocional que se brinda junto con el tratamiento. Me acerqué con la terapeuta y hablamos de todo el proceso, lo que ocurrió antes con mi primer bebé, de toda la frustración, de que me sentía culpable, se lo conté todo y ella me ayudó muchísimo.
Mi esposo y yo platicamos de cómo nos sentíamos, si todo esto valía la pena y decidimos que no nos rendiríamos, ¡lo intentaríamos todo!
En ese momento fue cuando el doctor habló conmigo acerca de la donación de óvulos, me explicó cómo funcionaba todo, que esta alternativa sirve para que mujeres como yo, que tenemos problemas con la producción de óvulos, podamos tener un bebé con una Fecundación In Vitro a los 40, a los 45 o incluso a los 50 años.
Hablamos sobre la epigenética y me explicó que en el vientre ocurre un intercambio entre los genes de tu bebé y los tuyos; él estaría dentro de mí, crecería gracias a mi sangre, a lo que yo comiera, sería yo quien le daría vida y entendí que no había diferencia alguna, que sería 100% mi hijo.
El día que por fin nació, cuando lo escuché, cuando escuché a Santiago lloré muchísimo, como jamás en toda mi vida y le dije: ‘Mi amor, por fin ya estás aquí conmigo y nunca te dejaré, ¡por fin llegaste a nuestras vidas!’ Fue un instante totalmente mágico porque, al escucharme, se quedó completamente quieto, dejó de llorar y se calmó por completo. Bendito el día en que decidimos regresar al tratamiento por ese tercer ciclo de FIV.
A otras mujeres que, como yo, están atravesando problemas para ovular o cualquier otra situación por la que aún no hayan logrado tener a su bebé, les diría que tomen la opción de una ovodonación, que lo intenten porque no hay una sola duda de que será tu hijo. Sean valientes y arriesguen todo aquí porque vale muchísimo la pena cuando oyes que te dicen: 'Mamá'.
¿Y cómo llegó Emma? ¡Sorpresa! ¡Ella es un milagro! Jamás pensé que podría tener otro bebé, no sin requerir algún tratamiento de Reproducción Asistida. Cuando me enteré de que estaba embarazada de nuevo, en verdad que no podía creerlo, ¿esto es real?
Mi pequeña vino bien, estaba completamente sana y perfecta. Hoy estamos tan felices de tenerlos aquí, y pienso que todo lo que pasamos antes fue un aprendizaje, una preparación para cuando los tuviéramos, ellos nos enseñaron a ser papás desde antes de nacer y esperamos convertirnos en los mejores."
Miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo. Si tienes más de 35 años y estás intentando ser mamá, pero aún no ha sido posible es importante que acudas con médicos especialistas en reproducción, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas con las mayores probabilidades de éxito, como la Fecundación In Vitro.
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La Fecundación In Vitro se ha convertido en el tratamiento de Reproducción Asistida más efectivo para lograr un bebé, gracias a que ofrece tasas de éxito superiores a otros tratamientos.
Este tipo de alternativa es efectiva no sólo ante problemas de fertilidad, sino incluso para que parejas de mujeres y mujeres solteras puedan vivir su maternidad.
La Fecundación In Vitro es un tratamiento que se realiza desde los años 70, y se ha ido perfeccionando con el paso de los años, gracias al avance de la ciencia y la tecnología.
Es un tratamiento de Reproducción Asistida de alta complejidad, por la serie de procedimientos utilizados para mejorar la fertilidad, obteniendo la unión del óvulo y el espermatozoide en un laboratorio.
Su implementación es ideal para personas que presentan impedimentos para tener un bebé, por ejemplo:
Y como mencionamos anteriormente, la Fecundación In Vitro se convirtió en una alternativa eficaz para que parejas de mujeres y mujeres solteras puedan tener un bebé 100% propio.
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“Si tienes menos de 35 años, has intentado tener un bebé por 12 meses o más tiempo y no lo has conseguido, necesitas ayuda de un tratamiento de Reproducción Asistida. Al igual que si tienes más de 35 años de edad y lo has intentado por 6 meses o más, lo cual está establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y un buen diagnóstico es el primer paso para saber si se es candidata a Fertilización In Vitro”.
Explica la Dra. Érika Salinas, Bióloga de la Reproducción Humana en Ingenes Querétaro.
La fertilización in vitro requiere del seguimiento y monitoreo constante de un experto en Reproducción Asistida, para evitar riesgos y complicaciones durante todo el proceso, que consta de 5 pasos para llevarse a cabo:
Una mujer libera un óvulo por mes, por lo tanto, en este paso es necesaria la administración de medicamentos, que servirán para estimular los ovarios y que estos liberen varios óvulos, para poder ir al segundo paso.
En este paso ocurre la extracción de óvulos, utilizando un ultrasonido adaptado con un aditamento, que succiona los folículos para obtener óvulos maduros.
Lo ideal es obtener entre 10 y 20 óvulos para realizar el tratamiento y tener mayor probabilidad de éxito.
En este punto es importante mencionar que, en caso de no obtener una suficiente cantidad de óvulos, o que estos no sean de una calidad suficiente, es muy probable que tu especialista en fertilidad no continúe con el siguiente paso, ya que hacerlo de esta forma podría comprometer el éxito de tu tratamiento.
Si esto ocurre así, tu especialista y tú revisarán lo que ocurrió en los pasos anteriores y comenzarán con un nuevo protocolo de estimulación para extraer más y mejores óvulos en un siguiente ciclo menstrual.
Aquí la muestra de semen, ya sea de la pareja o de un donador, se somete a una técnica llamada: capacitación espermática, que funciona para incrementar el potencial de fertilidad de los espermatozoides.
Una vez realizada esta técnica, se colocan los mejores espermatozoides junto con los óvulos de mejor calidad en una placa de laboratorio, para dar paso a la fecundación, y formar así a los embriones.
Ya formados los embriones, estos se colocarán y mantendrán en incubadoras especiales, y son monitoreados de forma constante para analizar que crezcan y se desarrollen de manera apropiada.
Posterior a esto, embriólogos especialistas seleccionan los mejores embriones para que puedan ser transferirlos al útero.
Los embriones ideales se colocan dentro del útero de la mujer mediante un catéter, un proceso indoloro, que requiere técnicas avanzadas de selección para evitar embarazos múltiples.
Cabe mencionar que el útero y el cuerpo completo de la mujer también debe ser preparado y estar en óptimas condiciones para recibir a los embriones. Una vez concluido este paso, la paciente debe esperar entre 9 y 11 días para realizar una prueba de embarazo.
A continuación, te damos algunas claves que pueden ayudarte a garantizar el resultado que esperas, si estás considerando recurrir a la técnica de FIV.
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En Ingenes hemos perfeccionado la técnica de Fertilización In Vitro a través de nuestros Programas Multiciclo, con los que ofrecemos hasta 4 ciclos FIV diferentes para garantizar hasta 96% de probabilidades de lograr un bebé en casa.
Además, estamos tan seguros de la capacidad de nuestros especialistas en fertilidad y de la tecnología utilizada en nuestro laboratorio FIV, que brindamos la opción de poder acceder a la devolución del 100% del dinero en caso de no lograrlo.
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Clara tiene útero retroverso, una condición que es muy común en las mujeres y, en ocasiones, puede complicar que logren concebir. Conoce aquí su historia y cómo se transformó en mamá de su pequeño Pedro cuando tenía más de 39 años.
El útero retroverso, útero retrovertido o útero invertido es una condición en la que la matiz o útero de la mujer se encuentra al interior del cuerpo de forma diferente a la que normalmente debería estar, con una inclinación hacia atrás, en lugar de hacia adelante; algo tan frecuente que, 1 de cada 5 mujeres lo experimenta.
Esta condición puede existir desde el nacimiento, o puede desarrollarse posteriormente, como ocurre con algunas mujeres en edad reproductiva avanzada, debido al debilitamiento de los ligamentos pélvicos al momento de la menopausia.
El tejido cicatrical o las adherencias pélvicas también pueden generar que el útero se mantenga en una posición retrovertida, las cuales suelen ocurrir debido a:
"Yo tengo útero retroverso, el útero invertido; es decir que, mi matriz está en una posición diferente a la que debería, una posición que no es ideal para concebir un bebé.
Lo intentamos muchísimo mi esposo y yo antes de venir aquí, y cuando llegamos, yo ya tenía 39 años. El día de mi primera consulta me explicaron que, a medida que pasa el tiempo la fertilidad disminuye, y que después de los 35 años se vuelve más complicado quedar embarazada.
Fue muy duro saber que mi edad era un factor tan determinante, pensaba en todo lo que hice en lugar de tener a mi bebé; y no me malinterpretes, no me arrepiento de las decisiones que tomé en mi vida y todo lo que quise realizar pero, quizás, hubiera empezado este camino mucho antes.
Después de la revisión ginecológica, de considerar el tema de mi útero retroverso, mis análisis y los de mi esposo, nuestros médicos dijeron: 'Te podemos ayudar'. Se lo dije a mi marido, si queríamos tener un bebé, si queríamos tener a nuestro hijo debíamos hacerlo todo y atravesar cada paso, considerar todas las alternativas y hacer lo que sea para tenerlo.
Nos decidimos por un tratamiento multiciclo con 4 Fertilizaciones In Vitro y empezamos todo el proceso, la estimulación ovárica con las hormonas y todo. Pasar un programa de Reproducción Asistida es desgastante, física y también mentalmente, pero tienes que sacar desde adentro de ti la fuerza, la voluntad y las ganas para hacerlo.
Cuando fue mi punción ovárica y después de la fertilización, les pregunté mis doctores cuántos embriones habían sido. Después pensaba: '¿Funcionó?, ¿estarán creciendo?' Sentía mucho miedo de que algo no saliera como debería.
El día de nuestra transferencia yo estaba hecha un manojo de nervios, no quería ni entrar, era mucha incertidumbre, pero mi esposo me tranquilizó, fue mi tronco igual que en todo el tratamiento, y me dijo: 'Muchas veces las cosas del cuerpo dependen de la mente, Clara, repite después de mí: Yo soy una mujer fuerte y vengo de una generación de mujeres fuertes, fértiles, que tuvieron hijos sanos y felices, ¡y yo también los tendré'.
Me hizo sentir como la mujer más fuerte del mundo, y cuando entré, yo iba como si fuera una Chica Superpoderosa. Me pusieron a mis embrioncitos, y pues, ya todo era esperar. Podía ser que funcionara o podía ser que no pero yo, ¿te digo algo? Yo ya sabía que estaba embarazada.
Soy de las personas que piensan que los tiempos de Dios son perfectos, así soy yo, también creo en que las cosas pasan cuando deben de pasar y que todo en este mundo es por algo... ¡y en mi primer intento cayó!
Uno de los momentos más felices de toda mi vida fue cuando vi los puntitos en el líquido amniótico, cuando lo vi en mí por primera vez.
Después, continuamos acudiendo a nuestras citas para ver cómo se iba formando y, cuando fue tiempo, me dijeron que sus pulmoncitos estaban perfectos, estaba listo para nacer, ¡y yo también estaba lista para conocerlo!
El 4 de octubre de 2019 estábamos en el hospital, y a las 5:00 am mi bebé nació. Mi esposo estaba ahí, él vio todo, los doctores trabajaron un poquito para que saliera porque se aferraba a mi pancita, a su primera casita, cuando lo oí llorar fue hermoso.
Pedro nació perfecto, estuvo conmigo piel con piel cuando salió, eso fue todo y ahora nos pertenecemos, somos el uno para el otro. Inténtalo, por favor, haz un intento aquí, uno más, si no puedes tener un bebé inténtalo todo, vence todos tus miedos, ¡tú también puedes hacerlo!
Mi hijo Pedro ya camina, el tiempo pasa tan rápido con él, hace todo, ¡el mundo es de él! Apenas tiene14 meses, pero ya es todo un torbellino. Ahora tengo a una persona que depende al 100% de mí, cada cosa que hago, cada pensamiento es por y para él.
Cuando mi hijo sea mayor y pueda entender todo lo que tuvo que pasar para que esté hoy aquí le diré que, sin importar lo duro que fue y lo mucho que me costó en todos los sentidos, lo haría mil veces, pasaría por todo un millón de veces más, por lo que sea, con tal de conocerlo."
Si tu también tienes más de 35 años y has decidido que quieres experimentar la maternidad, puedes hacerlo sin importar cuáles hayan sido tus intentos previos; ya sea que tengas útero retroverso, como Clara, o que no sepas exactamente cuáles son las condiciones de tu salud reproductiva.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que, como tú, quieren ser mamás y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impedido lograr ese sueño antes, y trazar un plan de tratamiento de Reproducción Asistida personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Este es el camino que te llevará hasta tu estrellita. Acércate con nosotros aquí y te ayudaremos a cumplir el sueño de llevar a tu bebé a casa.
Existen miles de mujeres atravesando todo tipo de tratamientos en diferentes clínicas de fertilidad en México y, desafortunadamente, muchos de ellos fallan. Ese fue el caso de Evelyn, cuya lucha para tener a su bebé se alargó por 12 años.
Ella te cuenta su historia, sobre la frustración y el hartazgo que enfrentó tras una década de pruebas negativas, y cómo en su primer ciclo de Fertilización In Vitro se convirtió en mamá.
“¿Puedes imaginar lo qué es pasar 12 años tratando de convertirte en mamá? Yo pasé por eso, por 4 clínicas y todo tipo de tratamientos, desde coitos programados hasta Fertilización In Vitro sin resultados, fue algo simplemente agotador.
Tenía casi 40 años cuando por fin lo conseguí; pero, híjole, de verdad que sentí que pasó una eternidad. Ahora que lo pienso, creo que la clave para no darme por vencida fue pensar en cuál era la razón de hacer esto, tener siempre presente el porqué mi porqué.
Y la respuesta era sencilla, yo quería transformarme en mamá, sentir ese amor único, ese vínculo, y de verdad que haría todo para conseguirlo.
Las clínicas de fertilidad que visité, previas al Instituto, fueron un suplicio, en serio. Pasé por toda clase de diagnósticos, que si tenía endometriosis, que siempre no, que tenía un mioma y luego ovario poliquístico; y junto con eso tantos tratamientos, medicinas, exploraciones muy incómodas, hasta dolorosas.
Pasas todo eso y nada te funciona, incluso llegas a sentir como si no sirvieras. Los medicamentos que me daban solo hacían que me sintiera aún peor, y una no sabe de esto, no está preparada, vas a la clínica y te entregas, confías, vas con el corazón en la mano, y luego nada. Después de pasar por tantos intentos fallidos, te derrumbas.
En ese momento habíamos decidido que ya no íbamos a hacer nada, pero por azares del destino, nos encontramos con el Instituto; y mira, al final, esta esa cosquillita, porque cuando de verdad quieres ser mamá, esa idea, ese amor te invade y nunca se va.
Mi esposo y yo lo discutimos, yo quería hacer todo lo que pudiéramos, agotar todas las posibilidades y no quedarme con el hubiera. Después de mucho platicar decidimos intentarlo una vez más, una última vez.
Al llegar para nuestra consulta, en serio, nos sentimos como si ya conociéramos a todos. Desde la recepción, la enfermera que tomó la muestra y mi doctor que nos atendió, todos fueron muy amables; pero lo que más me gustó fue su honestidad.
Yo les supliqué que fueran sinceros, que sin importar cuál fuera el diagnóstico nos dijeran la verdad, en todo momento.
Llevamos todos nuestros análisis de antes; pero, dijeron que de todas formas tenían que hacernos estudios para confirmar cualquier cosa, y el diagnóstico que nos dieron fue que tenía ovario poliquístico.
Hablamos de nuestras opciones de tratamiento y nos dijeron que, lo ideal sería realizar un tratamiento con varios ciclos de Fertilización In Vitro. La parte de los medicamentos, de nuevo fue la más dura.
Todo el proceso hormonal como que nunca me cayó tan bien; pero, afortunadamente nunca estuve sola, mi esposo y mi familia estuvieron siempre conmigo, siempre al pie del cañón.
Para empezar este nuevo FIV yo cambié mi chip, necesitaba hacer absolutamente todo, me enfoqué mucho más en mí y traté de ser más optimista, aunque por supuesto que fue difícil.
Las cosas se fueron dando, pasé la estimulación, luego la punción, la transferencia… ¡y lo logramos en nuestro primer intento! Después de 12 años de anhelos y fracasos, de muchísimas lágrimas, ¡por fin lo habíamos conseguido!
Mi embarazo fue de lo más lindo, muy tranquilo, hasta me sorprendí porque no tuve nada de vómitos, disfruté tanto mi pancita.
El día de su nacimiento mi mundo se paró, tenía un cúmulo de emociones, no sabía si reír, llorar, gritar o quedarme callada mientras veía a mi nene en mis brazos, es una experiencia indescriptible, te lo juro, es algo que no se compara con nada.
Quiero aprovechar esto para decirle a todas las mujeres que me están leyendo que, esto no es un camino sencillo, para algunas mujeres como nosotras esto no será un camino fácil, pero ¡no se den por vencidas! Por favor luchen, peleen por su sueño hasta lo último y confíen en estos médicos, eventualmente todo saldrá, y cuando llegue ese momento, sentirán toda la dicha de convertirse en mamás.”
Existen diferentes clínicas de fertilidad en México que ofrecen todo tipo de programas de Reproducción Asistida, y es importante que, antes de elegir cualquiera de ellas, estés completamente segura de que te brindarán un tratamiento personalizado a tu caso y tu historia de salud reproductiva completa.
Antes de entregar todo tu esfuerzo físico, mental y económico a cualquier tratamiento en la clínica que elijas, pregunta sobre sus tasas de éxito de bebés nacidos y considera que tu programa incluya lo siguiente:
En caso de que hayas acudido a cualquier clínica de fertilidad y aún no hayas logrado ser mamá, o incluso si vas empezando en este camino, puedes acercarte con nosotros y escuchar sobre las opciones de tratamiento personalizado que podemos ofrecerte.
Cuéntanos tu historia y cómo ha sido la búsqueda de tu bebé aquí. Después, evalúa las diferentes opciones que tienes para convertirte en mamá y elige la que mejor se adapte a tus circunstancias.
Ser mamá es un sueño que puede realizarse prácticamente por cualquier mujer que lo decida, ¡no te rindas!
La madre que gesta un bebé en su vientre modifica sus genes, incluso cuando el óvulo utilizado es de otra mujer, lo que implica que su hijo nacerá con rasgos similares a ella; esto de acuerdo con investigaciones realizadas por la Fundación del Instituto de Infertilidad de Valencia (IVI).
La donación de óvulos brinda a miles de personas la posibilidad de vivir un embarazo y tener un bebé, mediante un proceso de Fertilización In Vitro (FIV), pero dar este paso durante el proceso puede ser algo difícil de atravesar.
Al escuchar la palabra ovodonación, es natural que muchas pacientes presenten todo tipo de miedos y dudas, debido a que la célula que formará a su embrión pertenece a otra mujer; pero estudios recientes acerca de la genética de los embriones demuestran que éstos se modifican mediante el proceso de gestación.
Un hallazgo que pueden ser de gran ayuda para disipar muchas de los prejuicios e ideas erróneas que se tienen acerca de la donación de estas células.
Lo que sucede al interior del vientre es mucho más importante que el óvulo por sí mismo, ya que en su interior ocurren una serie de modificaciones que influirán en el desarrollo del embrión e incluso en el crecimiento de la persona después de nacer.
El desarrollo de un bebé implica mucho más que un óvulo y un esperma o su unión, implica su formación al interior del vientre por 9 meses, durante los cuales se llevan a cabo distintos procesos que influyen directamente en su genética, modificando incluso ciertos rasgos como:
La investigación llevada a cabo por el FIVI encontró que, existe una relación directa entre el embrión que se está desarrollando y la madre que lo gesta, en la cual se modifica el genoma del bebé, al llevarse a cabo un intercambio entre el embrión y el endometrio, que es el tejido interno del útero.
Si bien, la madre gestante que recibió la donación de óvulos, no aportará por completo la carga genética del bebé, ella sí moldeará sus genes, influenciando directamente en sus rasgos, expresiones e incluso en su capacidad de reacción a ciertas enfermedades.
El líquido endometrial contiene una especie de saquitos como vesículas llamados exosomas, que a su vez están cargados con moléculas de ARN de la madre, estos entran en contacto directo con el núcleo del embrión, que es el lugar en donde se encuentran sus genes.
Esta mezcla es la que se encargará de regular la expresión de ciertos genes específicos, de forma que surjan algunos rasgos y otros no. Este intercambio ocurre de la misma forma cuando una mamá no pasa por un proceso de Reproducción Asistida con donación de óvulos; de forma que su bebé, las formas y rasgos que él manifestará después, se definen también en el proceso de gestación.
Mientras está en el vientre, el embrión se desarrolla mediante el cordón umbilical, recibiendo sangre, alimento y oxígeno que dependen directamente de la genética, los hábitos y estilo de vida de su madre; con lo cual transmite una gran cantidad de información que, sin lugar a dudas, influirá en cómo lucirá, hablará y sonreirá.
La donación de óvulos, representa una oportunidad única para muchas mujeres que anhelan transformarse en mamás, a través de recibir una célula que, posteriormente, se formará y crecerá dentro de ellas, a la cual imprimirán sus propios genes moldeándolos a lo largo de 9 meses.
Por lo anterior, una vez que su bebé nace, podrá manifestar distintos rasgos físicos similares a su mamá, que pueden ir desde mostrar cabello chino y ojos color miel, hasta una forma particular de reír.
En este sentido, una donación de óvulos es una pequeña ayuda para poder experimentar una de las etapas más increíbles dentro de la naturaleza humana: gestar y dar vida a un bebé que tendrá tu sangre y genes moldeados por ti, una persona que al nacer de ti será 100% tu hijo hoy y siempre.
Fuente:
1. F. Vilella, J. M. Moreno-Moya, N. Balaguer, A. Grasso, M. Herrero, S. Martínez, A. Marcilla , C. Simón. "Hsa-miR-30d, secreted by the human endometrium, is taken up by the pre-implantation embryo and might modify its transcriptome” (2015).
Aneuplodía es la presencia de un número anormal de cromosomas, una alteración genética que puede presentarse en el embrión y comprometer el término de un embarazo. A continuación, te explicamos cuáles son sus causas y cómo puedes prevenir este tipo de condición.
Cada uno de los tejidos y órganos que conforman el cuerpo humano están formadas por células somáticas, que proceden a su vez, de células madre originadas durante el desarrollo embrionario.
Las células somáticas del ser humano son diploides, lo que significa que normalmente poseen 23 pares de cromosomas (46 cromosomas en total), en los que se encuentran repartidos todos los genes, que se encargan de almacenar la información genética. Las células sexuales (óvulos y espermatozoides), por otro lado, son haploides y sólo contienen la mitad de cromosomas.
A una célula que contiene una carga cromosómica normal se le conoce como euploide, pero cuando una célula presenta un número anormal de cromosomas (ya sean más o menos), se le denomina como aneuploide.
En caso de que el número anormal resulte en una cantidad de cromosomas menor de 46, esta alteración se conoce como monosomía, mientras que cuando existe una mayor cantidad de cromosomas se le conoce como trisomía.
La mayoría de las alteraciones que causan ganancias o pérdidas cromosómicas se originan durante un proceso denominado como "gametogéneisis", que se refiere al proceso en el que se forman los gametos, es decir, el óvulo y el esperma.
Principalmente ocurre durante la ovogénesis o desarrollo del óvulo (durante la fase celular meiosis I), mientras que otro porcentaje considerable de estas alteraciones surge durante las primeras mitosis (proceso que ocurre en el núcleo de las células eucariotas, antes de la división celular, y que consiste en el reparto equitativo del material hereditario), después de la fertilización.
Alrededor de 50% de todos los embriones que son producidos mediante técnicas de Reproducción Asistida son aneuploides, la tasa de aneuploidía aumenta conforme aumenta la edad materna. A partir de los 37 años se produce un mayor porcentaje de embriones aneuploides.
Las trisomías más frecuentemente encontradas en embriones vía Fertilización In Vitro (FIV) son 16, 19 y 21 (cromosomas) mientras que la monosomía 22 y la pérdida parcial del cromosoma Y son las monosomías más frecuentes.
Todas las monosomías (excepto la monosomía de cromosoma X o síndrome de Turner) son incompatibles con la vida; es decir que, aquellos embriones que presenten esta alteración no podrán desarrollarse.
En cambio, todas las trisomías pueden dar origen a un bebé con problemas serios de salud. El tipo de afectación, características fenotípicas y la esperanza de vida de ese bebé dependerán del tipo de trisomía presentada.
La trisomía 21, por ejemplo, es una alteración que da origen al síndrome de Down, y es una de las trisomías más frecuentes (se presenta 1 caso por cada 700). Esta condición, además, se caracteriza porque las personas suelen:
Alrededor de 35% de todos los fallos de implantación que ocurren en los tratamientos de Reproducción Asistida, que es una de las principales causas de la infertilidad, son debido a la transferencia de embriones aneuploides.
En caso de que tengas más de 37 años y estés llevando un proceso de Reproducción Asistida, o estés considerando comenzar ese camino, debes saber que existen alternativas para evitar que los embriones presenten aneuploidías y otro tipo de alteraciones genéticas, para que logres tener un bebé en casa, y este tenga la mejor calidad de vida posible.
Para evitar que alteraciones genéticas como las aneuploidías puedan afectar a los embriones, tus especialistas pueden recomendarte y llevar a cabo una prueba denominada Diagnóstico Genético Prenatal o Preimplantacional (PGT por sus siglas en inglés).
Este análisis se realiza en todos los embriones generados por FIV para conocer su perfil cromosómico, y así evitar la transferencia de embriones aneuploides al útero. Esto aumentará las probabilidades de implantación, de embarazo y de tener un bebé en casa.
El PGT suele recomendarse en pacientes que están atravesando un tratamiento de Reproducción Asistida si:
Si este es tu caso o quieres saber más sobre la prueba PGT para reducir al mínimo el riesgo de que tu bebé presente condiciones que comprometan su calidad de vida, te invitamos a visitar nuestra página sobre Diagnóstico Genético Preimplantacional.
Fuentes
Cuando estás buscando un embarazo con FIV (Fertilización In Vitro), las probabilidades de lograr a tu bebé pueden incrementarse hasta 96% mediante un programa multiciclo con 4 fertilizaciones. Tal fue el caso de Leslie quien, aún teniendo un diagnóstico de endometriosis, pudo dar a luz a su pequeña Martina en su último ciclo.
Conoce su historia aquí y, si tú también estás en búsqueda de tu bebé, ¡no te des por vencida todavía! La ciencia de la salud reproductiva ha tenido grandes avances, y cuentas con múltiples opciones de tratamientos de Reproducción Asistida para ayudarte a concretar tu sueño de ser mamá, y ese siguiente intento, podría ser el que te lleve hasta tu bebé.
“Algo en mi corazón me decía que debía seguir, que debía intentarlo de nuevo, que debía hacer un último esfuerzo por darlo todo, dar hasta el último aliento. Cuando intentas un embarazo con FIV, después de haber hecho de todo para convertirte en mamá, estás al límite, tu cuerpo, tus emociones, todo, es una prueba de vida.
Hoy que estoy de este lado, ahora que puedo verla y decirle a mi nena cuánto la espere y cuánto la amamos, sé que ella vale todo eso, ella lo vale todo, ¡lo haría todo de nuevo por ti Martina!
Mi esposo y yo intentamos tener un bebé por 3 años, y al ver que no podíamos, decidimos buscar ayuda. Yo tenía endometriosis, y eso complicaba que su esperma llegara a mi óvulo, sin embargo, aquí los especialistas en fertilidad nos explicaron las posibilidades, las opciones de tratamiento y que, en nuestro caso, la mejor alternativa para lograr a nuestro bebé, era un programa con 4 ciclos In Vitro.
Empezamos con la preparación y todo lo necesario para hacer el tratamiento pero, nada sucedía, medicamentos, inyecciones, visitas y no funcionaba, así pasó nuestro primer ciclo de FIV, luego el segundo, luego el tercer ciclo, intento tras intento y yo, solo sentía que todo se iba alargando cada vez más, hubo un momento en que pensé que, simplemente no estaba hecha para ser mamá.
Todos mis FIV fueron diferentes, cuando no funcionaba, me revisaban a mí, los óvulos que me habían extraído, a los espermas de mi esposo, a los embrioncitos, la forma en que ellos hacían las cosas, hasta nos preguntaban cómo colocábamos las inyecciones, revisábamos todo y después cambiábamos algo.
Cada ciclo me explicaban lo que pasaba, cómo es que mi cuerpo iba reaccionando, me hicieron ajustes en los medicamentos, probamos diferentes cosas y cada intento era diferente, que si ahora lo hacemos así, que si ahora te ponemos esto...
Teníamos a nuestro doctor especialista en fertilidad, pero diferentes médicos se reunían para revisar todo, porque hay profesionales diferentes, expertos en cada cosa, alguien encargado solo de controlar todo con tus embriones, aparte alguien para revisar los espermas, analizaban todo y cada ciclo nuevo parecía un examen.
Me explicaron que tenían que controlar absolutamente todo, que debían saber hasta lo más mínimo, para entender cómo iba reaccionando mi cuerpo durante todo el ciclo, luego nos decían qué intentaríamos en el siguiente y paso a paso lo que debíamos hacer.
Yo sabía que, al tener más de un intento de embarazo con FIV, la posibilidad de que no funcione, por pequeña que sea, ahí está, una lo sabe, siempre está ahí pero... cada día que pasa se vuelve más difícil, es como si se te fuera agotando la pila, poquito a poquito.
Y así nos pasamos un tiempo, yo creo que, como un año en eso, y tal vez pueda parecer poco pero; cuando estás en este camino, cada segundo se vuelve tan preciado, más con nosotras las mujeres, sientes que vas contrarreloj. Después del año logramos tener una prueba de embarazo positiva… pero no resultó.
A los 3 meses de saber que estaba embarazada tuve un legrado. No hay palabras para describir lo horrible que es eso, simplemente no hay, no existen. Y es que, tú sabes que eso puede llegar a pasar, de alguna forma estás preparada, pero nunca deja de ser igual de difícil, haber perdido a una personita es quizás lo peor que he sentido en toda mi vida.
Aquí es cuando llegas a un punto crucial, yo estaba tan agotada después de pasar esos intentos de embarazo con FIV sin resultado, estaba molesta y muy triste; pero tienes que seguir, tienes que hacerlo sin importar nada, no sé cómo pero lo tienes que hacer. Y lo hice, lo haces porque sabes que vale totalmente la pena y siempre teniendo presente tu objetivo. Debía seguir, algo me decía que no tenía que rendirme, debía intentarlo hasta el último ciclo.
Llegamos a un último proceso, una última vez y, sinceramente, ya no tenía nada que perder, lo había dejado todo en esto... y en esa última, ¡se dio! Estaba embarazada otra vez y, por supuesto que estaba invadida de miedo, tenía mucho temor, sentía tanta incertidumbre, ¿qué pasa si lo pierdo de nuevo? Pero puse todo de mi parte para que saliera bien, lo hice todo una vez más, ¡y lo logré!
Esperamos hasta después de que tenía 3 meses para darle nuestra gran noticia a toda la familia, esperamos porque queríamos sentirnos seguros, antes nos habíamos emocionado tanto que lo contamos a todos, y pasó lo peor, pero supe que ya lo habíamos logrado cuando por fin la vi en mi ultrasonido, cuando pude por fin escuchar latir su corazón, ¡estaba aquí y era mi niña!
Me embaracé durante la pandemia, y por eso creo que nada es tan malo, todas las experiencias que vivimos a diario tienen un lado bueno, yo tuve el privilegio de poder hacer mi trabajo desde casa, y eso sirvió para tener más y muchos mejores cuidados, para poder estar con ella y dedicarme a su bienestar desde esos 9 meses que fuimos una sola.
Tuve un embarazo muy tranquilo, iba a las consultas cada mes para ver que todo fuera bien, y fue maravilloso poder ver cómo iba creciendo, un día veíamos sus piecitos, otro las manitas, su cabecita... Ver todo el proceso y sentir cómo tu bebé se va desarrollando dentro de ti, nada en el mundo se compara con esa sensación tan cálida, tan hermosa, tan tuya, el vínculo que comienzas a crear así es algo único.
El día que Martina nació sentí una emoción tan intensa, no dejaba de pensar: ‘¡Por fin lo logré! Por fin está aquí’. Mi esposo y yo estábamos muy felices, ¡nuestra felicidad no cabía en el hospital!
Ser mamá es una experiencia que imaginé pero, lo que pensaba no se acerca jamás a lo realmente increíble que es esto, ¡es padrísimo ser mamá! Vivir tu maternidad es único y hermoso, puede llegar a ser cansado, sí, pero vale mucho la pena. ¡No se den por vencidas! No dejen escapar nunca su sueño, busquen las alternativas de Reproducción Asistida que hay, luchen, háganlo todo, lleguen a ese último intento de embarazo con FIV y no se rindan.
Mi niña es la más deseada y esperada del mundo; no fue fácil, pero yo sabía que debía seguir, intentarlo para que llegara con nosotros, y hoy puedo decir: 'Lo haría todo de nuevo por ti, mi amor, Martina, porque tú eres lo mejor que me ha pasado en esta vida".
Si te sientes identificada con esta historia, si también has pasado un intento de embarazo con FIV, dos o incluso más en cualquier clínica, queremos decirte que aún existen alternativas, y que prácticamente todas las mujeres que desean ser madres pueden lograrlo, pero es importante que acudas con especialistas en reproducción, que puedan detectar precisamente cuál es la situación que te lo ha estado impidiendo.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo.
Una evaluación que se enfoca en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate con nosotros y agenda tu Programa Inicial, permítenos ayudarte a llevar a tu bebé a casa.
Karina logró convertirse en mamá con un tratamiento de Fertilización In Vitro, esto después de varios intentos fallidos con su ginecólogo. Si tú también te estás preguntando: ¿con ovario poliquístico puedo quedar embarazada?, sigue leyendo, conoce su historia y la de su pequeña Romina.
“No todas las parejas se quedan juntas después de algo así, pasarte tanto tiempo intentando tener un bebé es algo que te reta en todos los sentidos; y claro que tu relación de pareja se ve afectada pero, afortunadamente, nosotros pudimos superarlo.
Al casarnos decidimos esperar un poco para tener bebés, y cuando intentamos crecer nuestra familia no pudimos hacerlo. Busqué ayuda casi de inmediato y fui al ginecólogo, ahí me dieron tratamiento, medicamentos e inyecciones para estimular mis óvulos pero nada de eso funcionó y seguíamos sin poder convertirnos en papás.
En el 2016 conocimos el Instituto y fuimos a la primera de nuestras citas, como parte de lo que llaman Programa Inicial. Ahí nos hicieron varias preguntas sobre mí y mi esposo, sobre mi regla y los intentos que habíamos hecho para tener un bebé.
Después de algunas horas y varios estudios médicos que me hicieron ahí, me dieron el diagnóstico y le pregunté enseguida a mi doctor: '¿Con ovario poliquístico puedo quedar embarazada?' Su respuesta fue que sí, solo que; además, mis óvulos eran muy pequeños, no tenían la calidad necesaria para desarrollarse, no podían madurar.
Justo por esa razón, cuando empezamos el tratamiento y me estaban dando hormonas para que crecieran, lo tuvimos que interrumpir, me dijeron que no podíamos continuar porque, aunque lo intentáramos hasta hacer la transferencia, no tendríamos un buen pronóstico, así que paramos.
Y mira que ahora lo digo tranquila pero, en verdad que en ese momento no fue nada fácil de escuchar, además ya veníamos de muchos intentos y ya traíamos mucho desgaste físico, mental y emocional. Cuando eso pasó, decidimos tomarnos un tiempo para procesarlo todo e intentar relajarnos lo más que pudiéramos. Hacer lo posible para seguir adelante, ¿qué más te queda?
A pesar de que el 2020 fue un año desagradable por la pandemia, por todos los problemas y cambios que hubo, ese año para nosotros fue completamente diferente. Fue un regalo de la vida porque en ese año volvimos aquí y, esta vez traté de ser mucho más positiva, traté de darlo todo e iniciamos de nuevo con el tratamiento.
Pudimos completarlo y hacer mi transferencia, y días después me hice la prueba de embarazo. Sinceramente, yo pensaba que podríamos recibir malas noticias de nuevo, pero por fin llegó la que tanto habíamos esperado, ¡nos embarazamos!
Ver ese puntito negro en el ultrasonido fue uno de los mejores momentos de toda nuestra vida. Los dos deseábamos tener una niña, ¡y así fue!
Romina, mi bebita nació por cesárea, y claro que me hubiera gustado que fuera por parto natural, pero ella no bajaba, su nacimiento fue un poquito complicado aunque, al final, las cosas salieron perfectamente bien.
Durante los primeros minutos su oxigenación falló, no escucharla me partió el alma, estaba tan preocupada, por unos segundos sentí que el mundo se me destrozaba todo, pero lograron estabilizarla sin problema
Mi esposo estuvo conmigo todo el tiempo durante su nacimiento, incluso él pudo cortar su cordón umbilical. De verdad que le agradezco tanto por haber sido una persona tan comprensiva a lo largo de todo esto, agradezco que me apoyara y me siento sumamente dichosa de que sea él sea el papá de mi hija, es un sueño hecho real.
Siempre la amaremos y estaremos para ella, ¡siempre! El camino para tenerla fue difícil, pero puedo decirte que todo valió la pena, toda la espera, todos esos años, todo el montonal de medicamentos y las inyecciones, cada sacrificio que hicimos lo vale. Agotamos todo, hasta el último recurso para lograr tenerla en mis brazos. Con ovario poliquístico pude quedar quedar embarazada y tener a mi bebé, ¡lo logramos!"
¿Esta historia tiene que ver contigo? Alguna vez te has preguntado: ¿Con ovario poliquístico puedo quedar embarazada? Si este es tu caso, debes saber que prácticamente todas las mujeres que tienen este padecimiento pueden embarazarse y tener un bebé, pero es importante que su tratamiento sea guiado por un equipo de especialistas en fertilidad.
Si estás experimentando algún problema con tu salud reproductiva, sin importar cuál sea, queremos decirte que existen alternativas para ayudarte a lograr tu sueño con apoyo de un tratamiento de Reproducción Asistida personalizado a ti, a tu historia y a los intentos que has tenido para poder ser mamá.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial que tiene el objetivo de evaluar tu salud reproductiva completa e identificar la mejor opción de tratamiento conforme a tu padecimiento y la forma en que tu cuerpo ha reaccionado a este, un programa único para cada paciente, para darte las mayores probabilidades de ser mamá.
Agenda aquí tu Programa Inicial y permítenos ayudarte a llevar a tu bebé contigo.
La endometriosis afecta a 10% de las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo. Tan solo en México existen 7 millones de mujeres que la padecen. Claudia es una de esas mujeres, ella te cuenta su historia, cómo logró embarazarse y tener a su pequeña aún viviendo con esta enfermedad.
La endometriosis se caracteriza por el crecimiento de un tejido similar al revestimiento del útero, que ocurre fuera de este, y suele encontrarse en los ovarios, las trompas de Falopio o alrededor de la matriz. La endometriosis suele provocar mucho dolor durante la menstruación y, en ocasiones, puede generar problemas para concebir o infertilidad.
Pese a ser una enfermedad relativamente frecuente, muchas veces no es diagnosticada a tiempo y esto puede llevar a un mal manejo durante cualquier tratamiento de Reproducción Asistida, por lo que se recomienda acudir con especialistas en Biología de la Reproducción, quienes son capaces de llevar un tratamiento de este tipo a la par de atender el padecimiento de endometriosis.
Si te interesa conocer más información sobre esta enfermedad, te invitamos a visitar la sección de Endometriosis en el apartado Infertilidad-Factor uterino en nuestro sitio web.
“Sacrifiqué todo por ella buscándola por 12 años, Arleth sabrá todo lo que hicimos para que llegara, es la felicidad más inmensa que tengo, es el amor de mi vida.
Mi idea siempre fue ser mamá joven, aunque quería esperar hasta acabar mi carrera, casarme y trabajar, pero luego las cosas no son como una quiere. Desde antes de tener pareja empecé a tener problemas de quistes, tenía dolores muy fuertes, cólicos, sangrados… y al ir con el médico me dijeron que tenía endometriosis y me costaría mucho trabajo tener bebés, que debía empezar cuanto antes. pero decidí esperar a casarme.
Me dieron un tratamiento con anticonceptivos por el tema de que tengo endometriosis, me casé y un día olvidé tomarme la pastilla… pero no me embaracé. Dejé de tomarlas y pasó un mes, dos, un año, eso ya no era normal.
Me mandaron a La Raza por una operación donde me quitaron parte del endometrio y de un ovario, se supone que con eso podría lograrlo. Pasó un año, estudio tras estudio, algunos muy dolorosos y nos hicieron 4 inseminaciones artificiales, pero ninguna funcionó, fue muy difícil esa etapa del camino, era mucho estrés, más el típico: '¿Para cuándo?, pregúntale a tal cómo le hizo…' Estuve más de 5 años sonriendo, diciendo que todo estaba bien, pero no sabes la angustia que es cada intento fallido.
Me recomendaron Perinatología, ahí tuve otra operación y era gasto tras gasto porque tus estudios deben estar actualizados, más los medicamentos y las consultas, pero seguíamos teniendo los mismos resultados.
Llegué al instituto haciendo cita por internet, les platiqué todo lo que había pasado, todos los estudios, lo que tenía y me dijeron que sí se podía, pero en ese momento nosotros ya habíamos vendido el carro, gastado casi todos nuestros ahorros y no nos alcanzaba.
Mi esposo y yo platicamos de esto y nos pusimos a juntar del dinero suficiente por todo un año, hasta que pudimos empezar nuestro tratamiento de 2 ciclos.
Cuando me dieron el resultado de mi prueba de embarazo pensé que no había funcionado, pero me dijeron que era positivo. ¡Sentí mucha emoción!, pero temía que algo pasara y con todo ese terror llegué al ultrasonido, entonces fue cuando vi su corazón, cuando escuché lo fuerte que latía, no creía posible que ella estuviera creciendo dentro de mí, fue hermoso.
Yo tengo endometriosis y quedé embarazada, después de 12 años de luchar, de lágrimas, de tantos intentos fallidos, ¡hoy tenemos a Arleth! La estoy disfrutando muchísimo, le daré pecho hasta que cumpla 2 años, dormimos juntas, comemos juntas, hacemos todo juntas; y sí, ¡está muy consentida!
Hubo días que me caí, en los que sentía un vacío gigantesco, pero nunca me di por vencida, fui muy valiente y siempre digo eso: ‘Cuídate, atiéndete y no dejes de intentarlo hasta el final’. Ella es todo para mí, he sacrificado todo por ella y es la felicidad más inmensa que tengo.”
Si tú también tienes endometriosis, o cualquier otro padecimiento y estás decidida a luchar por tu sueño de convertirte en mamá recuerda que, para lograrlo, es muy importante contar con el diagnóstico de un especialista en fertilidad, quien te dará una opinión experta y una recomendación personalizada para lograr que tengas a tu bebé.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que, como tú, quieren ser mamás y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impedido lograr ese sueño antes, y trazar un plan que tome en cuenta cada uno de tus intentos previos y tu salud reproductiva completa.
Este es el camino que te llevará hasta tu estrellita, confía en nosotros y te ayudaremos a cumplir el sueño de llevar a tu bebé a casa.
Ser madre soltera es una decisión por la que muchas mujeres son cuestionadas todos los días, debido a prejuicios y desinformación. Noemí decidió que su deseo por ser mamá era mucho más importante que cualquier idea preconcebida sobre hacerlo sin pareja, y lo logró después de cumplir 46 años.
Ella te cuenta cuál fue el camino que la llevó a querer ser mamá soltera, sobre la presión que enfrentó al decidirse por hacerlo, y el tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro con el que logró a sus cuatitas.
“¡Al ver a mis cuatitas por fin estaba en shock! Cuando llevas un tratamiento y te transformas en mamá creas un lazo tan fuerte con tus pequeños, quizás aún más que otras madres que lo logran sin ayuda, porque luchaste muchísimo para que puedan estar contigo.
Yo tengo 46 años y soy de Poza Rica, Veracruz. Quería ser mamá antes de que cumpliera mis 30, pero por una u otra cosa no fue así. Desde que tenía 25 años supe que algo no estaba funcionando muy bien conmigo y fui con mi ginecóloga para saber qué pasaba.
Me hizo distintos estudios, pero nunca encontró alguna enfermedad, mi doctora dijo que todo estaba bien. En ese entonces, yo tenía una pareja que no estaba muy de acuerdo con hacer un tratamiento de fertilidad, así que lo seguimos intentando de manera “natural” por otros 5 años más.
Cuando llegué a los 30 me separé de él, y ahí fue cuando decidí seguir este camino por mi cuenta, porque yo en verdad quería ser madre. Después de eso llegué al Instituto y, la verdad que estaba muy nerviosa, jamás es fácil iniciar un tratamiento de Reproducción Asistida, y menos si lo haces sola, pero este anhelo es mucho más grande que cualquiera de esos prejuicios que pueda tener uno sobre ser madre soltera.
Mientras estaban haciéndome estudios aquí, descubrieron que yo tenía un pequeño mioma en el útero, y eso era lo que podía estar impidiendo que cualquier embrioncito pudiera implantarse, pero me dijeron que, aún con eso, yo podría ser mamá.
Piensas que al pasar los 30 años ya eres grande, te lo dicen en todas partes, y el sueño de estar embarazada lo ve una cada vez más lejano, pero no es así.
Comenzamos la Fertilización In Vitro, la hicimos con un donante de esperma; y claro que sí, claro que fue duro, no te voy a decir que fue lo más sencillo del mundo para mí. Y es que, desde niñas nos enseñan que tener un bebé siempre se hace en pareja, que no puedes hacerlo sola, ¡pero eso es falso! Y además, nunca estuve sola.
Yo siempre tuve el apoyo de mi familia, principalmente de mi mamá , ella me ayudó a colocar algunos de mis medicamentos, estuvo ahí para escucharme y para animarme en todo. Ser madre soltera no quiere decir que estás sola, siempre hay alguien para ti, tu familia, tus amigos y tus doctores son tu red de apoyo.
¿Qué fue lo mejor de toda esta experiencia? Bueno, además del día que nacieron, ¡el día de mi transferencia! No podía creerlo cuando estaba en esa etapa, recé muchísimo para embarazarme en mi primer ciclo y así fue.
A los 15 días me hice la prueba de embarazo y al día siguiente me habló mi doctora para decirme: ‘¡Felicidades Noemí, lo logramos!’ Me embaracé de dos hermosas princesas, ¡estaba tan contenta! El día que por fin pude verlas estaba fuera de mí, todo eso por lo que tanto había soñado y luchado por fin era una realidad.
En ese momento es cuando crees en el amor, cuando te vuelves una con tus hijas y creas un lazo tan fuerte, ¡es instantáneo!
Si quieres ser madre soltera, con pareja o como sea, ¡lucha por tu sueño! Lucha sin importar que tan pesado sea, tienes que darlo todo. Ahora que estoy con mis niñas en casa, que las estoy viendo crecer, correr y descubrir el mundo, eso me llena el corazón. Si supiera que ellas son quienes me esperaban al final de mi tratamiento y de lo que he vivido hasta ahora, lo volvería a hacer todo de nuevo, porque por ellas es que yo vivo”.
Si tienes 40 años o más y quieres ser madre soltera, debes saber que la Reproducción Asistida brinda múltiples alternativas para que puedas consolidar tu sueño, como la Inseminación Artificial o la Fertilización In Vitro con apoyo de un banco de esperma.
El momento justo para ser mamá es cuando tú te sientas lista, y hoy en día el reloj biológico ya no es un freno. Acércate aquí, cuéntanos más de ti y cómo te imaginas siendo mamá, nosotros te ayudaremos a delinear el camino para hacer realidad el escenario que imaginas contigo cargando a tu bebé.
Inés decidió ser mamá después de haber consolidado otros sueños en su vida, pero de inmediato recibió comentarios negativos, basados en ideas erróneas sobre los riesgos de tener un bebé a los 40. Ella te cuenta su historia, sus miedos, los prejuicios que enfrentó y cómo logró tener a sus 2 pequeñas, Ilse y Ana Paula, con un tratamiento de Reproducción Asistida.
"¿En serio quieres tener un bebé a tus 46 años?, ¿de verdad quieres intentarlo?, ¿y qué pasa si no funciona?, ¿no piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40? En este camino me encontré a muchas personas que me decían cosas como esa, seguro también te han dicho algo así, ¿no? Pero todos esos pensamientos son puros prejuicios, ahora lo sé.
Mi esposo Gabriel y yo nos dedicamos a trabajar por muchísimos años, postergamos el tema de querer tener un bebé y hacer crecer nuestra familia, pero llega un momento en la vida cuando simplemente te surge la necesidad de querer ser mamá y de querer ser papá.
Mi hermana fue la que llamó para sacar nuestra consulta, yo pensé muchas veces en agendar una cita, pero, la verdad, tenía tantísimo miedo de que no funcionara que no podía ni llamar. Ahora estoy eternamente agradecida de que me haya dado ese empujoncito.
Somos personas sanas, no tenemos padecimientos o algún problema médico que lo impidiera, no tomamos, no fumamos, pensé que estábamos perfectamente bien, pero mi edad afectaba porque ya tenía más de 35 años, es ahí cuando empiezan a reducirse tus posibilidades por la calidad y el número de óvulos que te quedan. Piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40 y es algo duro de afrontar.
Hablamos con nuestro médico, y aunque claro que mi edad era un factor determinante, me aseguró que había tratamientos de Reproducción Asistida que sin duda nos ayudarían a lograrlo. Hablé con mi esposo y nos decidimos por elegir el programa multiciclo con 3 Fertilizaciones In Vitro, pero en serio que no sabes todo lo que implica, no lo sabes a menos de que hayas pasado día y noche pensando en por qué no puedes ser mamá.
Cuando comienzas tu tratamiento piensas que, si no ocurre a la primera, bueno, aún existen otras dos fertilizaciones más pero, cuando pasas tu FIV y resulta con un negativo... es algo tan fuerte, es emocionalmente muy difícil, sientes que el mundo se te apachurra, que todo a tu alrededor se oscurece. Y aún así, hoy que estoy aquí puedo decirte que, LO VOLVERÍA A HACER ABSOLUTAMENTE TODO.
Al primer intento de Fecundación In Vitro fuimos muy confiados, nos sentíamos los reyes, ahora sí todo en un abrir y cerrar de ojos ocurriría, pero no se dio. Y mira, una en verdad que es consciente de que puede fallar, te lo dicen, lo has pasado, ¡ya lo sabes!, pero jamás deja de ser igual de doloroso.
¿Y cómo le haces después de eso? Pues te levantas, ni modo, no hay de otra, así te cueste todo y pases días y noches completas llorando y dándole vueltas. Se trata de no rendirte, pararte y empezar de nuevo, levantarnos juntos, apoyarte del amor que ya tienes por tu bebé, e ir por el siguiente ciclo.
¡En mi segundo FIV resultó nuestro embarazo! Así, sin más, por fin lo habíamos conseguido, ¡Dios! Nos sentimos tan agradecidos con la vida, con nuestros médicos y el mundo entero; y nuestra emoción se incrementó muchísimo más despuesito, ¡cuando supimos que eran dos hermosas nenas! Llegué pidiendo una personita y salimos con dos preciosuras.
Ahora que las oigo balbucear, reír, gritar... ¡ah, cómo gritan mis pequeñas! Las veo, las escucho a diario y es un sonido tan hermoso. Siempre han estado juntas, siempre lo estarán, entre ellas se acompañan, se abrazan, se hablan y hasta juegan juntitas. Estar con ellas significa recibir una noticia buena todos los días.
Mi embarazo fue muy bueno, pero tuvimos mucho cuidado porque ya estaban aquí y no queríamos que algo fuera a pasar, después de todo lo que atraviesas te da un terror que pueda ocurrir cualquier cosa, que algo malo pase, debíamos hacer todo para que se mantuvieran perfectas.
El día que nacieron fue algo complicado por todo lo de la pandemia, las tuvimos justo a la mitad de todo, pero en el hospital nos ayudaron mucho para que pudiéramos estar mi esposo y yo y a las 8:15 de la mañana nacieron; primero una y unos minutos después la otra, ¡fue increíble!
Escuché que mis nenas lloraron y, en ese preciso instante, fue cuando supe que todo había valido la pena, ¡todo! Gabriel me dice que, cuando por fin nacieron, pensó: 'Acabo de ver algo que jamás había imaginado, tengo 2 hijas, ¡mi vida cambió por completo!' Estaba tan feliz como yo, todo era perfecto.
¡Me dan ganas de comerme al mundo! Así me hacen sentir como mamá, ¡puedo hacer lo que sea! Ilse salió muy parlanchina y a Ana Paula le fascina gritar, ambas están sanitas, sanitas, desde el día uno, y nada más importa.
Sé que quizás creas que es muy fácil decirlo, pero no, yo sé lo que significa y quiero gritártelo: ¡Debes creer en ti! No dejes de hacerlo, por favor, si no puedes embarazarte, si no has podido ser mamá, si estás pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, deja todo eso de lado, ¡eres fuerte!, ¡lo lograrás! Debes intentarlo todo, confiar en ti y en tus especialistas en fertilidad.
Yo sé que tienes frustración, y quiero decirte que será difícil, e incluso puede pasar que un día te cuestiones si ser madre es algo que realmente quieres hacer pero, te prometo que cuando llegue tu embarazo, cuando veas la vida que creaste y la sientas dentro de ti, todo eso se diluye.
Ser mamá no es como te lo cuentan, no se compara con lo que imaginas, cuando lo vives en carne propia, todo lo que haz hecho, todo vale por ellas.
Amamos a nuestras bebés con todo el corazón, fueron niñas planeadas, deseadas y amadas desde el pensamiento, desde antes de llegar a este mundo, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que esto sea el comienzo de dos vidas maravillosas".
Si tú quieres ser madre, pero estas pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, queremos decirte que miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y hoy el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo.
En caso de que tengas más de 35 años y estés intentando ser mamá, pero aún no haya sido posible, es importante que acudas con médicos especialistas en Biología de la Reproducción Humana, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas de Reproducción Asistida con las mayores probabilidades de éxito, como la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te están impidiendo lograr ese sueño y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate, cuéntanos tu historia aquí y permítenos ayudarte a llevar tu bebé a casa.
Betzabé pasó una década tratando de tener un bebé, desde muy joven tuvo algunos problemas con su regla; y una vez que tomó la decisión de ser mamá, presentó algunas complicaciones. Ella te cuenta sobre su lucha, los tratamientos fallidos que atravesó; y como, finalmente, logró transformarse en mamá con un embarazo a los 40 exitoso, con ayuda de un programa multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Tuve mi embarazo a los 40 años, pero pasé 10 de ellos buscando tener a mi bebé. Siempre supe que quería ser mamá, era algo que siempre estuvo en mi mente, pero también sabía que iba a ser un camino complicado, porque desde los 14 años empecé a tener problemas con mi regla.
Mis periodos duraban mucho, eran demasiado abundantes y para poder controlar eso me indicaron que debía tomar anticonceptivos.
En 2010, mi hermana se casó y no pasó mucho tiempo para que ella nos diera la gran noticia de que estaba embarazada, Dios... Lo recuerdo perfecto porque fue justo en ese momento cuando me entró la cosquillita, yo también quería vivir ese sueño y empezar mi familia.
Después, hablé de eso con mi esposo y lo comenzamos a intentar pero, por más que lo hacíamos nada sucedía, y en lo que trataba de quedar embarazada se me fueron 3 años. En ese tiempo comencé a pasar algunas cosas extrañas, empecé a subir de peso y me salía vello de manera exagerada en piernas y brazos, algo no estaba bien.
Fui con mi ginecólogo de toda la vida, pero me volvió a enviar anticonceptivos, me explicó que tenía ovario poliquístico y que, si quería convertirme en mamá, la única alternativa sería a través de una Fertilización In Vitro.
Primero me hicieron una salpingografía por ahí de 2017. El doctor dijo que, según, con eso iba quedar, pero nada. Fueron muchos gastos, antes de siquiera empezar a planear mi embarazo, entre los medicamentos, las consultas y el tratamiento, en eso se fueron casi todos nuestros ahorros.
En la tele siempre pasaban anuncios del Instituto pero, la verdad creí que no era para mí, que ni en sueños lo iba a poder pagar, que los costos de un tratamiento de Reproducción Asistida aquí eran enormes, solo para ricos, y seguro saldría en un ojo de la cara, eso pensaba.
Al comenzar la pandemia, recibí el dinero de un seguro y decidí apostar todo por este último tratamiento multiciclo, ya no tenía nada que perder y recién había cumplido 39 años, así que era ahora o nunca.
Así que llegué, ya para comenzar a planear mi embarazo a los 40 y, en mi primera consulta, me dijeron que tenía las trompas obstruidas y que por eso no podía embarazarme.
El día que viaje a la sucursal de Guadalajara para comenzar con mi tratamiento tuve un sueño, muy bonito, vi a mi abuelita entregándome un bebé y de alguna manera eso me calmó, me dio una paz y una confianza que no te puedo explicar.
Es un proceso muy complejo, es difícil, un embarazo siempre es algo complicado, pero un embarazo a los 40, bueno... y más cuando llevas tanto tiempo buscando; pero, afortunadamente, tuve a lado a mi esposo y a mi familia, ellos me apoyaron en todo momento.
El día de la transferencia, me colocaron 3 embrioncitos y cuando fui por mi prueba, ¡positiva! No puede ser, de verdad que no podía creerlo, sentía de todo al mismo tiempo: emoción, angustia, felicidad...
Después de tantos negativos, tantas veces que no resultó, después de tantas desilusiones por fin lo había logrado, estaba embarazada, ¡logré mi embarazo a los 40! A la semana siete, dos de los tres embriones se perdieron, pero lo tomé con calma porque ya me habían explicado que era algo que podía pasar.
Durante esos 9 meses llevé todo mi control acá mucho más cerca de casa, y con un excelente doctor también. El día que mi niño nació, yo renací y aprendí a ver el mundo con nuevos colores, tenerlo en mis brazos fue un sueño hecho realidad, llevamos ya 7 meses juntos y es lo que más amo en este mundo, no existe nada como esto, en verdad que ser mamá no se compara con nada".
Sabemos que, en ocasiones, existen diferentes factores que pueden estar complicando que te conviertas en mamá, pero la Reproducción Asistida, hoy nos brinda múltiples herramientas para que puedas consolidar ese sueño con apoyo de especialistas en fertilidad.
Si tienes más de 35 años y estás intentando ser mamá, pero aún no ha sido posible, ya sea por alguna cuestión médica o porque hayas esperado para el momento preciso en que estuvieras lista, queremos invitarte a que nos cuentes tu historia, cuál ha sido tu camino y los intentos que has llevado a cabo; con el objetivo de identificar aquello que te está impidiendo tener un bebé; y trazar un plan de tratamiento personalizado.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Acércate aquí, cuéntanos tu historia y permite que, con nuestro equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, te ayudemos a llevar a tu bebé a casa.
María del Carmen tiene 50 años, su esposo 58 y ambos deseaban tener un bebé, pero para lograrlo debían tener un embarazo con ligadura de trompas, ya que antes ella había decidido no tener más hijos. Cambiar de opinión y querer experimentar la maternidad a una edad reproductiva avanzada es el deseo de millones de mujeres en todo el mundo, y hoy es posible gracias a la Reproducción Asistida.
Conoce la historia de esta pareja que, después de haber sufrido la pérdida de un primer embarazo y a pesar de haber visitado otras clínicas de fertilidad donde "les cortaron las alas", se convirtieron en los orgullosos padres de 2 cuatitos, con ayuda de un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Tengo 50 años y pensé que ya nunca podría convertirme en mamá de nuevo. Fui madre soltera, tengo una hija de 27 años y un hijo de 22. Me operé para no tener más bebés, pero la vida da muchas vueltas y en el camino te pone muchas cosas.
Dicen que si quieres hacer reír a Dios, le cuentes tus planes, ¿no? Aunque pensaba que la maternidad y el amor era algo que había quedado atrás, pasó un tiempo y conocí a mi actual esposo, ya tenemos 14 años juntos y nos amamos muchísimo. Él tiene 58 años, y también tiene un hijo, de 36.
Nosotros teníamos la inquietud de tener un bebé que fuera de ambos y fue por eso que nos apuntamos para ir a una clínica de fertilidad. Al llegar, nos dijeron que solo podría tener mi embarazo con las trompas ligadas, si realizábamos un tratamiento de Fecundación In Vitro.
Lo hicimos de esa forma y me embaracé, pero mi bebé no creció y tuvieron que hacerme una intervención para terminar con mi embarazo, eso nos dejó muy lastimados. Solo quienes pasamos por una pérdida como esta sabemos lo mucho que afecta. Mi esposo y yo tuvimos un duelo de 4 años después de eso, estábamos muy lastimados.
Un día, yendo a la capital de Querétaro por la despensa y otras cosas vi que el Instituto estaba ahí, pasamos varias veces frente al edificio, pensando, comentando y discutiendo si pasábamos o no, hasta que convencí a mi esposo y hablamos para pedir una cita.
Durante esa primera cita sentimos que el trato fue muy profesional, nos hicieron estudios a los dos y luego-luego detectaron algo, y esto aparte de que iba para tener mi embarazo con ligadura de trompas. Resulta que yo traía una bacteria en la sangre, y en realidad, era esto lo que me estaba provocando abortos.
Me dieron medicamento para tratar la bacteria, y a la par nos prepararon para empezar nuestro tratamiento de Reproducción Asistida. Elegimos el programa con 4 ciclos de FIV y la devolución de dinero en caso de no tener éxito, eso nos dejó mucho más tranquilos.
Mi transferencia fue una experiencia hermosa, diría que fue lo mejor de todo el tratamiento, ¡sin duda! Eran 3 embrioncitos los que me pusieron, estaba muy, muy nerviosa, pero también rete emocionada.
Aunque la doctora me dijo que podía seguir con mi vida normal, después de la transferencia no quería ni caminar, no hice ningún movimiento brusco y dejé de trabajar por 8 días; era como un miedo mío, pensé que tenía que poner absolutamente todo de mi parte, y si necesitaba quedarme en cama y solo moverme para ir al baño, así lo haría.
Me hice la prueba de embarazo, y más tarde ese mismo día la doctora me llamó diciendo: ‘Estás embarazada, ¡y parece que son 2!’. ¡Dios! Yo estaba tan emocionada, mi esposo y yo gritamos, ni nos esperamos para dar la noticia, ¡fue una emoción tan grande!
Si tuve miedo, cómo de que no, pensaba en mis 50 años y si mi cuerpo podría con esto, pero después pensé: ‘Si Dios me los está mandando, si él decidió que se quedaran amos en mi vientre pues, eso quiere decir que puedo hacerlo y que me los va a dejar’.
El día que nacieron mis nenes me puse a llorar en cuanto los vi, de los nervios que tenía antes de que llegara el día y por todo lo que había pasado, ¡hasta se me olvidaron los nombres! Mi esposo estaba todo vuelto loco en el parto, ¡él fue quien cortó el cordón! Fue un momento muy bonito.
Yetzel y Adriel, así se llaman mis bebés, y llegaron a darle un giro de 180° a mi vida, nada que ver con lo que recordaba que era ser mamá, no es lo mismo cuando son dos de un jalón, no es lo mismo nunca, siempre te enseñan algo nuevo.
Yo ya los esperaba y sabía que iban a llegar, en algún momento y de alguna forma, no sé cómo, pero llegarían. Aún me parece increíble que haya tenido mi embarazo con ligadura de trompas, me da tanto gusto no haber quitado el dedo del renglón y haber insistido. Ellos le dieron luz a mi casa, y les doy las gracias por haberme escogido como su mamá.
Hay muchas clínicas de fertilidad y ginecólogos que nos cortan las alas, por un mal diagnóstico, por nuestra edad o por las decisiones que tomamos en nuestra vida, pero sí se puede, sí existen nuestras estrellas en el cielo, y sí es posible bajarlas con ayuda de los especialistas en fertilidad adecuados, de Dios, y también poniendo nuestro granito de arena. Amo a mis 4 niños y quiero que sepan que así será aquí y hasta el infinito, hoy y siempre donde quiera que esté".
En caso de que tú también estés intentando un embarazo con ligadura de trompas y no lo hayas logrado todavía, es importante que acudas con especialistas en Biología de la Reproducción, que evalúen el estado completo de tu salud reproductiva.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que, como tú, que quieren ser mamás y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impedido lograr ese sueño antes, y trazar un plan de tratamiento de Reproducción Asistida personalizado.
Más que una clínica de fertilidad, somos el instituto que ha atendido con éxito la mayor cantidad de casos en toda América Latina, todo gracias a nuestros laboratorios FIV, procesos de investigación continua y tecnología de punta.
Cada caso es llevado de cerca por un equipo completo de expertos médicos y científicos: embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción, biólogos y psicoterapeutas, entre otros.
Estamos seguros de que este es el camino que te llevará hasta tu propia estrellita. Acércate con nosotros aquí y cuéntanos tu historia, nosotros te ayudaremos a escribir la mejor parte con tu bebé a casa.
Las personas que atraviesas dificultades para tener un bebé saben bien lo difícil que puede ser. Más allá de la cuestión médica, experimentan distintos sentimientos de tristeza, frustración, angustia e incluso culpa. El estrés por quedar embarazada no debe obviarse, y debe ser atendido a la par y como parte de un tratamiento de Reproducción Asistida para que este sea exitoso.
A continuación, te compartimos la historia de Elba, una mujer que pasó 5 años de tratamientos fallidos que no tomaban en cuenta la importancia del cuidado psicoemocional, y no lograban darle un diagnóstico adecuado. Conoce cómo fue su lucha y cómo logro convertirse en mamá con ayuda de un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro con apoyo emocional.
"Algunos doctores decían que era mi culpa, que mi estrés por quedar embarazada era muchísimo y eso afectaba, que debía tomar vacaciones, pero ¿cómo va una a relajarse cuando no tienes la menor idea de lo que está pasando con tu cuerpo?, cuando no saber por qué no funciona...
Yo hice todo lo que me decían, absolutamente, cada medicamento y análisis, todo al pie de la letra y nada. Primero fui con un ginecólogo durante dos años, después acudí a una clínica de fertilidad y estuve otros dos años y medio. Hice 3 Fertilizaciones In Vitro y no tuve éxito.
Durante ese tiempo pasé por mucho estrés, un mar de desilusiones, desesperación, mucha tristeza, agotamiento físico, emocional y por supuesto económico, con toda la cantidad de análisis y consulta tras consulta, sin ningún resultado.
Con cada tratamiento y con cada prueba de embarazo negativa que pasaba sentía muchísimo miedo, era extremadamente estresante, me sentía devastada. En el tercer intento, el doctor me dijo: 'No sé qué pasa, algo de ustedes no está bien, algo no funciona', ahí fue cuando nos caímos los dos y dejamos de intentarlo.
Tenía las trompas obstruidas, eso fue lo que me dijo el médico. Me sentía tan culpable de no poder embarazarme, sentía como si la única razón para la que yo estaba en este mundo fuera esa, y yo no sirviera, era horrible ver a todas esas mujeres embarazadas a mi alrededor, eso es algo que te destruye desde adentro.
Cuando íbamos a alguna reunión familiar o estábamos con personas conocidas, mi estrés por quedar embarazada se alzaba hasta las nubes, había algunas que me preguntaban: '¿Cuándo te vas a animar?, ¿por qué no tienen un bebé?, ¿qué están esperando?' Yo no sabía ni qué responder, incluso llegué a decirles que no me gustaban los niños con tal de ya no pensar en eso, pero por dentro los deseaba tanto, era horrible.
Con mi esposo también tuve muchos conflictos, pasar por problemas para tener un hijo pone un gran peso sobre la relación, muchas cosas pasaron por la mente de ambos, pero al final logramos salir adelante juntos.
Después de un año de que me había dado por vencida, mi cuñado me habló del Instituto, la idea de ir estuvo rondando por mi mente un par de días y esa cosquillita me volvió, sentí como si se abriera una ventanita en mi corazón y terminé decidiéndome por agendar mi primera cita.
Me hicieron una eco para ver cómo estaba mi matriz y mis ovarios, y a mi esposo también le hicieron estudios para revisar sus espermas. Fui muy puntual, hice todo tal y como me dijeron y gracias a Dios el primer In Vitro fue positivo. El día que el doctor me dijo: 'Elba, vas a ser mamá', no lo creía, mi esposo y yo lloramos.
Tardé 5 años, todo ese estrés, yo pensaba que nunca sería mamá, tuvimos que hacer tantas cosas para tenerlo, muchos sacrificios, pero todo valió la pena. Mi embarazo fue muy feliz, aunque también algo estresante. Tenía mucho miedo de perderlo, sentía la misma presión de antes, cuando tenía todo ese estrés por quedar embarazada, pero los terapeutas que tienen en el Instituto me ayudaron mucho.
Una realmente no piensa en todo ese estrés por quedar embarazada que una está cargando; es decir, sabes bien que traes un peso, y los médicos te dicen que te relajes, pero no sabes cómo hacerlo, simplemente una no tiene esas herramientas. Aquí, me brindaron apoyo emocional con terapeutas que se especializan en mujeres y parejas que nos está constando tener hijos, es parte del tratamiento.
Cuando por fin pude escuchar su corazón en el ultrasonido sentí mucha emoción, algo que no se puede explicar, es lo más lindo que existe; y con eso muchos de mis miedos también se fueron quitando. El día que entré al quirófano no dejaba de llorar, pensaba: 'Tengo que escucharlo, tengo que saber que está bien'.
¡Y por fin lo escuché! Lloró muchísimo, estaba sano y muy fuerte, era perfecto, era todo lo que siempre soñé que sería. Mi hijo se llama Juan José, es mi estrella y mi mundo entero.
Un tratamiento de Reproducción Asistida no es algo fácil porque hay muchos sentimientos encontrados, vienes de un camino complicado, de un fallo tras fallo, de cambios hormonales, te vuelves muy sensible, ¡tienes los sentimientos a flor de piel! Pero debes sacar las fuerzas, hacer cada cosa que tus médicos te indican, ser constante y estar al mil, ¡atenta a todo!
Claro que no es algo que ocurra en un abrir y cerrar de ojos, y cuesta mucho mantenerse fuerte, pero también es muy cierto lo que se dice sobre la alegría inmensa que llena tu corazón cuando escuchas: 'Mamá'.
Nos costó muchísimo formar una familia, pero lo logramos, y eso nos llenó de felicidad. ¡Él nos dio la familia que soñamos! Y quiero decirle a todas las mujeres que están pasando por lo mismo, que por favor no pierdan la fe y sigan adelante, un pie tras de otro, aunque cueste, aunque tengan que tomar un respiro y volverlo a intentar, que sigan su instinto y confíen muchísimo".
El cuidado y la salud emocional es tan importante como cualquier cuestión médica a tratarse durante un tratamiento de Reproducción Asistida. El estrés por quedar embarazada puede afectar de forma severa, y de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la cuestión psicoemocional debe ser vigilada en aquellas mujeres que están buscando un bebé, y no hacerlo puede tener consecuencias devastadoras, como un aborto espontáneo o que el bebé presente bajo peso al nacer.
Si tienes más de 35 años y llevas doce meses o más intentando tener un bebé, un tratamiento multiciclo personalizado de Fertilización In Vitro en conjunto con tu atención a nivel psicoemocional, puede ayudarte a lograrlo.
Acércate a Ingenes y cuéntanos cómo ha sido tu camino hasta ahora, para que diseñemos el tratamiento integral que te dará las mayores probabilidades de transformarte en mamá.
En caso de que estés buscando tener un bebé y aún no lo hayas logrado, existen algunas cosas que puedes hacer para mejorar tu salud reproductiva. Aquí te mostramos algunos consejos para mejorar la fertilidad y que puedas convertirte en mamá.
Si estás pasando por una situación en la que necesitas ayuda de la Reproducción Asistida para conseguir tu sueño de ser mamá, debes saber que no eres la única y que esto es mucho más común de lo que parece. De hecho, una mujer saludable de 30 años tiene solo un 20% de posibilidades de quedar embarazada cada mes.
Como puedes ver el porcentaje de lograr un bebé sin ayuda es bajo, no siempre ocurre al primer intento, y en muchas ocasiones podría incluso tardar hasta un año para quedar embarazada. Sin embargo, existen algunas cosas que puedes hacer para promover una mejor salud reproductiva y que tengas más oportunidades para convertirte en mamá.
Si has escuchado que tener hijos es algo muy sencillo, debes olvidarlo. Si tu amiga, vecina o familiares te han mencionado que solo debes seguir intentando, que tarde o temprano pasará y que solo necesitas esperar, o cualquier otra frase como esta, ¡olvídalas! Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 6 mujeres en el mundo, casi 200 millones necesitará ayuda de tratamientos de Reproducción Asistida para poder quedar embarazada y tener un bebé.
La reserva ovárica de la mujer disminuye desde el nacimiento, y que esto se acelera aún más después de los 35 años. ¡Increíble! ¿No crees? Con base en esto, la propia OMS nos dice que, si una mujer menor de 35 años ha tratado de quedar embarazada teniendo relaciones sexuales sin protección durante al menos un año y aún no lo ha logrado, debería considerar obtener ayuda de especialistas en reproducción.
Si ya te has decidido a ser mamá y lo has intentado, pero aún no puedes lograrlo, estos consejos te pueden ayudar. Lo principal y una de las cosas más importantes que puedes hacer es tener hábitos saludables como hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, consumir agua regularmente y llevar una dieta balanceada.
Además de esto, es importante que trates de llevar un estilo de vida de vida más saludable, mediante distintos hábitos como los siguientes:
Además de estos consejos para mejorar la fertilidad, también será útil que puedas comenzar a tomar vitaminas prenatales, con al menos 400 microgramos de ácido fólico cada día, esto tan pronto como decidas empezar a tratar de concebir. Esto te ayudará a reducir el riesgo de que tu bebé pueda presentar anomalías en su desarrollo.
Puedes cambiarlo todo, la forma como te alimentas, tus hábitos de ejercicio, etc., pero tu salud mental y emocional también deben estar al cien. Recuerda que la definición de salud es “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades o padecimientos”.
Esto quiere decir que tu salud psicoemocional es tan importante como la física, que lo que sientes y estás atravesando es completamente válido, tus preocupaciones, alegrías, el estrés por las actividades diarias, todo suma y cuenta en este camino para encontrar a tu bebé. El hecho de que estés en un estado mental de bienestar ayudará también a mejorar tu salud reproductiva, trayéndole a tu cuerpo el equilibrio que requiere.
Como ya te mencionamos antes, es normal pedir ayuda para tener un bebé y no debes sentirte culpable por hacerlo. En nuestro Instituto nos dedicamos a resolver el mayor número de casos y los más complejos en cuanto a Reproducción Asistida.
Tenemos la tasa de éxito más alta de Latinoamérica y estamos por encima de las clínicas de Estados Unidos, con hasta 96% de casos de éxito, porque nuestro objetivo no es solo lograr un embarazo sino ayudarte a tener a tu bebé en casa.
No dudes en dar el primer paso, contamos con la mejor tecnología y todas las técnicas en tratamientos de Reproducción Asistida que existen, a través de nuestros programas multiciclo BEC (Bajando Estrellas del Cielo), que te brindarán un menor desgaste físico, económico y emocional.
Acércate y conoce más de los Programas Multiciclo que tenemos para ti, no lo pienses más, nosotros te ayudaremos a realizar tu sueño de convertirte en mamá.
Marisol y su esposo atravesaron diferentes situaciones médicas que complicaron su camino para convertirse en padres, como ocurre con el 10% de los casos de personas que no han logrado tener un bebé, cuyo problema tiene su origen en una combinación de factores de infertilidad masculinos y femeninos.
Conoce su historia y cómo lograron sobreponerse a esos y otros obstáculos, para lograr a sus gemelos con un tratamiento de Reproducción Asistida multiciclo.
“Mi esposo y yo llevamos 10 años juntos y por mucho tiempo nos dedicamos a trabajar, queríamos consolidar nuestro propio negocio de comercio digital antes, tener una base sólida y después pensar en crecer nuestra familia, pero mientras estábamos en medio de eso sentimos la necesidad de dar ese paso más.
El problema fue que ambos tuvimos algunas situaciones médicas y eso complicó todo, él tuvo cáncer testicular, a mí me detectaron quistes y, debido a eso, también me quitaron un ovario. Después de eso estábamos con una incertidumbre tremenda de si íbamos a poder ser papás o no.
Muchas personas nos decían: ‘Vayan a ver, vayan a preguntar con un doctor, para checar qué les dicen’, pero en ese entonces apenas estábamos empezando con nuestro negocio y sabíamos que un tratamiento de Reproducción Asistida era algo un poco caro, y realmente nunca piensas que vas a necesitar algo así.
Trabajamos mucho, muchísimo, y cuando vimos que podíamos solventar los gastos fue cuando llamamos al Instituto, la verdad es que antes no consideramos otra clínica de fertilidad, fuimos directo ahí y todo se fue dando maravillosamente como una bolita de nieve.
Durante nuestra consulta médica ya ahí en la sucursal, mi esposo y yo dijimos: ‘¡Vamos por todo!’, escuchamos la recomendación de nuestro doctor, Israel Trejo, platicamos al respecto y elegimos hacer el tratamiento de Reproducción Asistida que mayores probabilidades nos brindaba, el de 4 ciclos de Fertilización In Vitro, pero no se dio a la primera...
Cuando no pega te vienes para abajo, tantas cosas te pasan por la mente; no lograr tener un bebé es algo que jamás imaginé que iba a atravesar, y pasar por una situación así, que para nada te imaginabas es algo indescriptible, es muy duro... pero siempre debes tener presente el porqué, tu porqué, por qué lo haces, por qué sigues insistiendo y pasando por cientos de análisis, por diferentes médicos y prueba tras prueba. Quienes hemos estado ahí sabemos lo que es, un golpe anímico y físico gigante, a veces sientes que te pegan por todos lados.
Pero jamás debe una perder de vista cuál es el objetivo final, eso es lo que te da fuerza para seguir: pensar en tu bebé, saber que lo hacer por él, para tenerlo contigo, solo teniendo eso tatuado en la mente es como sabes que cada una de las cosas que haces está valiendo la pena, sabes que estás luchando por algo que significa todo.
Después de mi 3er. ciclo de FIV fuimos a hacernos la prueba de sangre en el Instituto, llegamos temprano, muy nerviosos y los dos en ayunas, mi esposo no podía probar bocado de lo angustiado que estaba. Teníamos que esperar al doctor para que nos diera el resultado, así que salimos de ahí y mi esposo fue al banco en lo que esperábamos, ¡ahí recibió mi llamada!
Me dijo que estaba a punto de pasar a la caja cuando le llamé, fue un lío porque le pidieron que saliera del banco para hablar y no me escuchaba bien, mientras le daba la noticia salió corriendo de la fila y yo solo le gritaba: ‘Salió positivo, créetela, ¡lo logramos!’
¡Estaba en shock! Cuando le llamé a mi esposo yo estaba llorando, por eso él creyó que no había funcionado, mientras empujaba a todos en la fila del banco, él me decía: ‘Tranquila, hay otra oportunidad, tenemos un ciclo más’, y cuando por fin me calmé un poquito y pude decirle que íbamos a ser papás ni siquiera me respondió, ¡llegó corriendo!
Lo más chistoso y maravilloso de todo fue que, aunque desde el principio nos moríamos por tener 2 bebés, en realidad solo teníamos el nombre de un niño, ¡y en el ultrasonido nos confirmaron que eran dos chiquitos! En la semana 39 de mi embarazo nacieron Miguel y Gabriel, nombres de arcángeles, nuestros angelitos que vinieron a iluminarnos.
Cuando fuimos al Instituto por primera vez y hablamos con nuestro doctor, él me dijo algo que nunca olvidé: ‘Les prometo que voy a entregarles a sus bebés’. Nosotros queríamos tener 2 bebés, se lo dijimos desde el principio y él nos respondió así, esa frase se me quedó marcada, es algo bien bonito, queríamos dos y nos los dio, lo logramos.
¿Cómo es mi vida ahora que soy mamá? ¡Cambió totalmente! Mi perspectiva sobre las cosas y del mundo es completamente diferente, porque ellos son el centro de todo ahora.
"Cada dolor, cada lágrima y prueba negativa, cada inyección, cada cosa que pasas se va a transformar en algo bueno"
Marisol, mamá ingenes.
Es muy importante llegar con la mente abierta y dejarte ayudar, escuchar las opciones de tratamiento de Reproducción Asistida que existen y abrirse a ellas, creo que eso es lo que le diría a otras mujeres que están pasando por algo como esto.
Mis bebés tienen año y medio con nosotros, pero todavía cuando me despierto y los veo, no puedo creerlo, ¡es como ver un milagro!, un sueño hecho realidad. La vida te lo pone, sabe cómo y cuándo, pero tú ya tienes tu destino, el punto es que debes salir a buscarlo, debes hacer todo para llegar a él.
¿Qué les digo a ellos? A Miguel y a Gabriel todos los días, mi esposo y yo, les damos las gracias por haber llegado a nuestras vidas, por iluminarnos de la forma en que lo han hecho y por darnos el privilegio de elegirnos para ser sus papás”.
1 de cada 10 parejas heterosexuales que tienen problemas para tener un bebé presentan una combinación de factores masculinos y femeninos; es decir que ambos, hombre y mujer, cada uno presenta alguna situación que está comprometiendo su salud reproductiva; pero incluso con esto es posible alcanzar hasta 96% de probabilidades de llevar un embarazo a término con un tratamiento de Reproducción Asistida multiciclo como el de Marisol.
Si tú o tu pareja tienen más de 35 años, han intentado tener un bebé por seis meses o más y aún no lo han logrado, existen muchas opciones que pueden ayudarlos. En Ingenes, contamos con un Programa Inicial que tiene el objetivo de evaluar tu salud reproductiva completa y la de tu pareja, para identificar su mejor opción de tratamiento de Reproducción Asistida, aquella que les dará las mayores probabilidades de lograr su sueño de ser papás.
Conoce más sobre nuestro Programa Inicial dando clic en la imagen de abajo, y sigue el camino que te llevará hasta tu bebé, ¡iremos junto a ti hasta que puedas cargarlo en casa!
Cuando existe un deseo tan grande, como lo es tener un hijo, nada ni nadie lo puede detener. La Reproducción Asistida trasciende barreras, porque lleva al límite la ciencia para poder crear vida y desafía los deseos más profundos de la mujer ¿Cuánto deseas ser mamá?
A continuación, te compartimos la historia de Luz, una mujer que tuvo que decidir entre continuar con su matrimonio o perseguir su sueño de formar una familia.
“Cuando nació Leonardo me lo pegaron al pecho, no lo podía creer, ¡de verdad existe! Estuvo conmigo piel a piel por una hora… en ese momento te olvidas de todo, es un amor indescriptible.
Cuando mi esposo y yo nos hicimos novios me dijo que no quería tener hijos, que no quería casarse, no quería vivir con alguien… pero siempre dice que yo fui haciéndolo cambiar, poco a poco. Nos casamos, yo tenía 33 años y entonces le dije: ‘Pensé que iba a poder sacrificar esa parte de mi vida, pero no, yo quiero tener un bebé, y si tú no lo deseas mejor nos separamos.’
Fue difícil, yo lo amaba con todo mi ser, pero no quería sacrificar eso. Después, él me dijo que tenía miedo de ser un mal padre, ahí lo entendí todo… Hablamos y decidimos intentarlo, después dejamos de cuidarnos pero no funcionó. Yo tenía quistes, ovario poliquístico y mi esposo teratozoospermia, solo teníamos 10% de probabilidades de embarazarnos, y la solución era hacerlo por in vitro.
No fue sencillo, pero cuando estás en un tratamiento ves la gran cantidad de personas que no pueden ser papás, es más común de lo que piensas, y eso te ayuda… y tuvimos mucha suerte porque desde el primer ciclo, funcionó. Gemelos: Leonardo y Daniela. A ella tardamos en verla porque se la llevaron para revisarla, pero estuvo muy bien después. Siento que eso influyó, el cómo nacieron, porque hoy ya tienen un año y son diferentes. Son el mejor regalo que Dios me pudo dar, los amo con todo mi corazón y haría esto una y mil veces si supiera que el resultado son ellos, porque el cariño que ellos nos dan es invaluable. Daría mi vida por ellos y repetiría todos esos sacrificios mil veces más solo para verlos felices."
La Reproducción Asistida y la tecnología actual que existe en México en institutos de fertilidad como Ingenes, son una solución para quienes tienen el sueño de tener un bebé y hasta ahora no lo habían conseguido.
Si pones tu historia en nuestras manos, juntos escribiremos la mejor parte de ella, porque sabemos que hay sueños que tienen un largo camino por delante, pero en Ingenes hacemos que ese camino sea toda una aventura.
Ten la seguridad de que este es el camino que te llevará hasta tu estrella. Acércate, nosotros te ayudaremos a cumplir tu sueño de tener a tu bebé.
Baja reserva ovárica y FIV positiva en su tercer intento, este es el caso de Claudia, quien logró convertirse en mamá de su pequeño Guillermo después de pasar por diferentes clínicas de fertilidad y tratamientos de Reproducción Asistida fallidos.
Ella te cuenta sobre sus dificultades, los prejuicios y la ignorancia que enfrentó por decidirse a tener un bebé siendo mayor de 35 años, cómo logró completar 37 semanas de embarazo y tener un bebé perfectamente sano, aún con un diagnóstico de COVID-19 poco después de su beta positiva.
"Pasé muchísimo tiempo buscando tener un bebé, recorriendo diferentes médicos, ginecólogos, especialistas y clínicas de fertilidad. Ahí nos dijeron que sólo podía tener como máximo, 60% de probabilidades de embarazarme, esto porque mis folículos ováricos no tenían la capacidad suficiente, tenía una baja reserva ovárica, e incluso nos dijeron que teníamos la opción de adoptar.
Yo laboro en una estancia infantil, siempre he trabajado con pequeñitos y me gusta mucho estar rodeada de niños, no sabes cuánto deseaba tener uno, con toda mi alma quería convertirme en mamá.
Hace apenas dos años conocí a mi esposo, hablamos sobre esto y él también tenía ganas de formar una familia, ¡tanto como yo! Él me dio muchas esperanzas para buscar la manera de lograrlo, busqué por todas partes, investigué en internet, con personas conocidas, y así fue como dimos con el Instituto.
Pedimos nuestra cita, y cuando llegamos, el doctor que nos atendió dijo que sí era posible convertirnos en papás, que con el tratamiento de Reproducción Asistida adecuado, las posibilidades eran mucho mayores de lo que antes nos habían dicho, y pues yo casi lloro de la emoción.
Nos hablaron sobre la mejor opción para baja reserva ovárica y FIV positiva, con un tratamiento de varios ciclos de Fecundación In Vitro, dijeron que esta alternativa era la más viable para nosotros, considerando también nuestra edad e historial médico.
Decidimos optar por el tratamiento con 3 ciclos y devolución de tu dinero, queríamos estar lo más seguros que pudiéramos, tener esa garantía si al final no podíamos lograrlo. Después pasó algún tiempo para la preparación antes de la transferencia: medicinas, inyecciones, tener la disciplina para hacerlo todo en tiempo y forma.
Los primeros dos intentos que hicimos no se dieron, y eso no fue nada fácil, debo decírtelo. Además, mientras estábamos en medio de ellos, con toda la presión que tú sabes que implica, hubo algunas personas que no nos sumaban nada, que eran imprudentes y nos desanimaban.
Nos decían que ya estábamos grandes, que para qué lo hacíamos, que desafiábamos la voluntad de Dios..., puros prejuicios e ignorancia, ahora lo veo; pero en ese momento duele tanto y no sabes ni qué decir.
Nuestra familia siempre nos apoyó, y eso no tiene precio, se los agradezco infinitamente. Además, también tuvimos a nuestros doctores, nuestra enfermera y el equipo de aquí que tampoco nos dejó, y cada que íbamos a consulta nos alentaban. Mi doctor incluso fue cómplice de Memo, y me recetó la mejor medicina para lograrlo.
Él ayudó a mi esposo a proponerme matrimonio, ¡en pleno consultorio! Se pusieron de acuerdo desde antes, y cuando llegué a consulta me dijo que debía darme una medicina muy especial, algo que no podía quitarme nunca, la más importante en todo el tratamiento. Yo estaba tan extrañada, hasta con algo de miedo, ¡y de repente sacó de su bata el anillo!
Ellos y nuestra familia, mi esposo y todo eso fue lo que me ayudó a seguir, lo que me mantuvo con ánimos y buena actitud, a pesar de lo difícil que llegó a ser el tratamiento en algunos momentos, sobre todo cuando veíamos ese odioso negativo.
Mi Memo fue un pilar fundamental, mi roca, mi soporte para pasar por cada ciclo de FIV y las malas noticias, me ayudó en cada momento, siempre estuvo a mi lado y no tengo forma de cómo agradecerle eso.
Cuando llegamos al 3er. ciclo nuevo de Fecundación In Vitro estábamos seguros de que esta vez sí iba a darse. No sé por qué, pero lo sentía, ya habíamos pasado por tanto... ¡Y se dio! El día que fuimos por nuestro resultado de la Beta, ¡me dieron mi positivo!
Fue una gran alegría, aunque al siguiente día tuve una mala noticia que no esperaba para nada, me diagnosticaron con COVID-19.
Con baja reserva ovárica y FIV positiva, por fin lo habíamos logrado y de repente pasa esto, fue un proceso duro cuando recibí esa noticia, pero mis doctores me ayudaron a que todo saliera bien, para que llevara mi control prenatal y todo fuera sin complicaciones en mi embarazo.
Mi bebé nació perfectamente a sus 37 semanas de gestación, se adelantó un poquito porque ya lo que quería era nacer, recuerdo bien que estaba súper inquieto los últimos días antes de ver el mundo, y yo también, la verdad.
Jesús Guillermo, ese es su nombre y él es todas nuestras ilusiones, es un niño fuerte y con mucha voluntad, con mucho ánimo todo el tiempo, hasta siento que algo les han de poner extra para que salgan así vivarachos.
Hay que anclarse a la ilusión de tener a tu hijo, podría decir que eso es fundamental para lograrlo, aferrarse, y siempre creer que sí es posible, incluso a pesar de lo que muchas personas te puedan decir, tienes que quitártelo de alguna forma y no dejar de pensar en tu bebé.
No importa todo lo que diga la gente, no lo dudes, no dudes de ti y de todo lo que puedes hacer, porque puedes, yo te lo aseguro, si yo pude tú también, ¡todas! Confía con los ojos cerrados en tus doctores, en tus especialistas en fertilidad, ellos harán lo mejor, tú déjate ayudar."
A partir de 35 años la reserva ovárica de la mujer disminuye considerablemente, y aunque existen otras causas de la infertilidad que podrían estarlo generando, la edad es un factor determinante. Sin embargo, tener una baja reserva ovárica no es un impedimento para que puedas tener a tu bebé.
Sabemos que quizás hayas escuchado frases como: “¿Quieres tener un hijo a tu edad?”, "Ya eres muy grande", "Vas a ser su abuela", pero queremos decirte que frases que eso está basado en prejuicios y no en la realidad; actualmente existen múltiples alternativas para convertirte en madre bajo tus términos y cuando tú lo decidas, con ayuda de la Reproducción Asistida.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Una evaluación que se enfoca en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé.
Acércate a nosotros y cuéntanos cómo ha sido tu camino para convertirte en mamá, hemos atendido con éxito la mayor cantidad de casos en América Latina, incluso los más complejos, y por eso estamos seguros de que podremos ayudarte.
El testimonio de Fecundación In Vitro de Ana, es una muestra de que nada es imposible cuando estás decidida a ser mamá, una muestra de la lucha incansable que millones de mujeres atraviesan el día de hoy. Desde muy joven, Ana tuvo problemas relacionados con la tiroides, y una mala atención médica entonces derivó en que, posteriormente, enfrentara problemas para convertirse en mamá.
A continuación, Ana te cuenta los distintos pasos que dio yendo de médico en médico hasta tener a sus dos cuatitos con ayuda de la Reproducción Asistida y un programa de tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro.
“Fue maravilloso poderlos escuchar el día que nacieron, sentí un vuelco en el corazón, la mejor experiencia de mi vida. Cuando era joven, tuve problemas con la tiroides, el tratamiento no fue adecuado y eso me provocó quistes, que se adhirieron a mis trompas.
Una de ellas quedó completamente tapada y la otra funcionando al 2%, y ahí empezó el calvario, andar buscando médicos, yendo a clínicas de fertilidad, los costos… Para nosotras, como mujeres que ya queremos formar una familia, es desesperante, es estresante, es triste, llegas a un punto donde te quiebras, se quiebra tu cuerpo y tu alma.
Empiezas a buscar opciones, quieres tratar de entender, pero tu cerebro no da para más, y a veces piensas que no vas a poder. Yo le dije a mi esposo que, si él quería tener hijos y yo no podía dárselos, debía hacer su vida con alguien más, para no tener problemas, para no exasperarnos al tener un sueño y no poder cumplirlo; pero mi esposo se portó a la altura, me dijo que buscaríamos la solución y que no me dejaría de querer por esto que estábamos atravesando.
Fueron 8 meses de inyectarme y tomar medicamentos. Es difícil, pero tú tienes esas ganas, ese amor guardado, ese deseo de transformarte en mamá… y es por eso es que funcionó. Los doctores hicieron su labor, mi esposo hizo su labor, mis papás, mis amigas y también yo.
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Todo confluyó para llegar a ese momento, cuando los tienes en tu vientre. Cuando el doctor me habló y dijo: ‘Muchas felicidades, ¡estás embarazada!’ Todo por lo que habíamos luchado, todo lo que habíamos soñado… ¡En ese momento se cumplió!
Fue maravilloso poderlos escuchar, ver sus dos ojos, sus dos manos, es un vuelvo en el corazón, verlos nacer fue la mejor experiencia de mi vida. Escucharlos que me dicen mamá y ver cómo van creciendo… Si yo hubiera sabido todo lo que implica y lo que atravesaría, lo volvería a pasar. Lo volvería a procesar y a vivir, porque tener a mis hijos aquí es el sueño final de mi vida, el regalo más hermoso que puedo tener en este mundo, y mi tarea hoy es ver que crezcan sanos, que sean felices.”
De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si tienes más de 35 años y has intentado tener un bebé por 12 meses o más, necesitas ayuda de especialistas en reproducción, que detecten de forma precisa cuál es la situación que te está impidiendo transformarte en mamá.
Si tú te sientes identificada con la historia de Ana y estás atravesando problemas para tener un bebé, existen muchas alternativas de Reproducción Asistida, que pueden ayudarte a lograr tu sueño.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que han decidido tener un bebé y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa enfocado en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que te transformes en mamá, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate con nosotros y permítenos ayudarte a llevar a tu bebé a casa.
María Concepción decidió ser mamá de nuevo para darle a su hijo un hermano; sin embargo, atravesó algunas dificultades para lograrlo sin ayuda. Debido a su edad y a que su esposo se había practicado una vasectomía, fue necesario recurrir a una Fecundación In Vitro para poder lograr su sueño.
A los 36 años, con un plan de tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro, ella y su esposo lograron tener 2 bebés, un niño y una niña: Adriel y Aranza. Te contamos su historia con Ingenes aquí.
“Yo sentí que quería ser mamá de nuevo por mi hijo, no lo quería dejar solo y si está en mí poder darle un hermanito, iba a intentarlo todo. Mi esposo y yo tenemos un niño de 7 años, que fue concebido sin ningún problema. Queríamos tener otro, pero conforme fueron pasando los años empezamos a tener dificultades para embarazarnos.
Acudimos al Instituto un año antes de empezar, nos dieron todos los detalles del tratamiento, pero lo postergamos por una u otra cosa: la casa, el negocio… Soy médico veterinario, tengo 36 años y me dedico a la práctica clínica atendiendo a perritos y gatos, tenía otras perspectivas de forma personal y ya cuando me sentí más preparada para concentrarme nuevamente en la maternidad, volvimos para intentarlo.
Mi esposo se había hecho la vasectomía, estaba el tema de mi edad y nos recomendaron una Fecundación In Vitro. Fue un proceso duro el someterme a las muestras cada semana, y para mi esposo también fue difícil porque tuvieron que hacerle una pequeña cirugía para obtener la muestra.
Además de los traslados, porque nosotros vivimos en Almoloya de Juárez y debíamos ir hasta Santa Fe, e incluso descuidamos otros aspectos de la vida por estar en el proceso. Ser mamá no empezó cuando los bebés nacieron, empezó cuando decidimos tomar el tratamiento, cuando ya tenía 34 años, y afortunadamente, ocurrió en el primer intento.
Cuando me dijeron que eran dos bebés fue un shock, tardé varias semanas en asimilarlo, y sí, disfruté mi embarazo… aunque también tenía mucho miedo de perderlos. Aceptar que durante esos 9 meses algo pudiera fallar, eso fue lo más difícil para mí.
Adriel y Aranza van a cumplir 1 año y 8 meses; y Alan, que tiene 7, siempre ha sido mi apoyo, me ayuda, me pasa los pañales, en mi cuarentena se acostaba junto con los bebés… Este esfuerzo lo hicimos por él, los hermanos son muy importantes y yo no quería dejarlo solo.
Si algo pasara, si nos fuéramos, él tendría a alguien, por eso hice el tratamiento, lo hice por mi primer hijo, hice el esfuerzo y afortunadamente vinieron dos. El mejor regalo que un papá puede darle a un hijo es el regalo de un hermano, y eso es lo que yo les dejo: Un amor incondicional.”
Si tú también estás intentando ser mamá de nuevo y no lo has logrado aún, es importante que acudas con médicos especialistas en reproducción, que detecten específicamente cuál es la situación que te está impidiendo tener un bebé.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad nuevamente, y que están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar aquello que te está impidiendo tener un bebé; y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
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El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) afecta gran parte del ciclo de vida de una mujer y no sólo en su etapa fértil, como algunas personas suelen creer. Actualmente, se considera que el SOP tiene un vínculo genético y tiende a heredarse. En este artículo te explicaremos cuáles son los síntomas del ovario poliquístico y el impacto que tiene este padecimiento en cada etapa de la vida de una mujer.
Comencemos por la infancia, si una mujer es menor de 11 años y no ha tenido su primer periodo, es muy poco probable que pueda ser diagnosticada con un problema de ovario poliquístico.
Aunque a partir de los 11 años existe la posibilidad de poder evaluar los signos de esta enfermedad, las niñas que no han tenido su primera menstruación no pueden experimentar absolutamente ninguno de los síntomas típicos relacionados con el SOP.
Para muchas mujeres, el SOP suele pasas desapercibido durante la adolescencia, ya que muchos de sus síntomas suelen confundirse con las características que son comunes de la pubertad, como el acné o el surgimiento de vello.
Sumado a estos, existen algunos otros síntomas que pueden presentarse, tales como:
Sin embargo, una de las primeras señales de que una adolescente está manifestando un problema de SOP es el surgimiento de la pubertad precoz, que se presenta antes de los 8 o 9 años.
El SOP es el trastorno endocrino más común que afecta a las mujeres en edad fértil; es decir, alrededor de los 20 y los 30 años. Es en esta etapa en la que la mayoría de las mujeres suelen ser diagnosticadas con SOP, situación que muchas veces complica el poder concebir un bebé.
Durante esta etapa, el estilo de vida de la mujer es determinante, ya que de ello dependerá el mejoramiento y la prevención de problemas metabólicos y hormonales relacionados con este padecimiento, y también la regulación de su ovulación.
Hasta el momento no existen estudios concluyentes sobre la cantidad de mujeres que experimentan el Síndrome de Ovario Poliquístico durante la etapa de la menopausia, que implica el momento a partir del cual la menstruación de la mujer se detiene por completo, terminando con ello su etapa fértil.
Sin embargo, este padecimiento suele estar relacionado con un incremento en el riesgo de sufrir otro tipo de afectaciones, al atravesar esa edad.
Debido a que el Síndrome de Ovario Poliquístico está directamente relacionado con un aumento en los niveles de testosterona y de insulina, esto puede implicar mayores probabilidades de sufrir ciertas enfermedades como:
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Las pacientes con SOP que tienen problemas para concebir deben acudir con un médico ginecólogo que, además, sea especialista en Biología de la Reproducción, ya que solo estos profesionales están capacitados para atender el padecimiento y lograr un bebé mediante una alternativa de Reproducción Asistida específica para cada mujer.
Entre las distintas opciones que un experto en fertilidad suele recomendar se encuentran las siguientes:
En este tratamiento de Reproducción asistida de baja complejidad se utilizan medicamentos como el Citrato de Clomifeno (Omnifin) para estimular la ovulación de la mujer, cuya administración debe ser cuidadosamente monitoreada para evitar riesgos asociados como la hiperestimulación ovárica.
Este tratamiento es particularmente útil cuando la mujer es menor de 35 años y no existen otros factores que estén afectando su salud reproductiva; y suele estar acompañado de otro tratamiento, también de baja complejidad denominado Coitos Programados, que implica la sincronización de la relación sexual con el momento exacto de la ovulación.
Si los tratamientos anteriores no son suficientes debido al caso particular de la mujer, la opción recomendada por el médico especialista consistirá en tener de 1 a 4 la Fertilizaciones In Vitro (FIV), que hace posible la selección de óvulos de mejor calidad para su posterior fertilización e implantación en el útero de la mujer.
En caso de que vivas con Síndrome de Ovario Poliquístico o tengas la sospecha de ello, y desees tener un bebé, estanos seguros de que podemos ayudarte.
Acércate a Ingenes y agenda una cita para obtener tu diagnóstico de fertilidad, mediante nuestro Programa Inicial, con el cual obtendrás también un plan de tratamiento específico de acuerdo con tu evaluación de salud reproductiva.
No dejes pasar más tiempo y da el primer paso para comenzar a planear la vida junto a tu bebé.
Si te ligaste las trompas y ahora cambiaste de opinión, debes saber que es posible embarazarte con Salpingoclasia, puedes tener a tu bebé, y existen distintas alternativas como la Fertilización In Vitro y la Reversión o Recanalización de las trompas de Falopio, que te brindan diferentes probabilidades de éxito.
La Salpingoclasia o ligadura de trompas es un método anticonceptivo que consiste en hacer una pequeña incisión quirúrgica en las trompas de Falopio, con el fin de evitar la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide durante la relación sexual, es decir, es un método para esterilizar a la mujer.
Es un método altamente efectivo para evitar embarazos no deseados, y puede ser utilizado tanto por mujeres que, previamente, tuvieron hijos o mujeres que no planean tenerlos en el futuro.
Entre sus principales ventajas podemos destacar las siguientes:
Sin embargo, aunque muchas mujeres suelen realizarse este procedimiento debido a que consideran que definitivamente no tendrán hijos más adelante en sus vidas, nadie puede saber realmente qué es lo pensará al respecto en el futuro, y los planes a menudo pueden cambiar.
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El deseo de maternidad puede presentarse de un momento a otro, o puede llegar a tu vida una persona con la que deseas tener una familia, es decir, hijos. Y aunque este método actualmente es reversible, existen alternativas que ofrecen distintas probabilidades de éxito para lograr un embarazo.
La maternidad no es una cuestión de planes, es un deseo, que ni siquiera implica razones para sentirlo. Si te realizaste este procedimiento en algún momento, y tener un embarazo con Salpingoclasia se ha convertido en tu sueño debes saber que existe una alternativa ideal para lograrlo.
Existe una cirugía llamada “Reversión o Recanalización de la Ligadura de Trompas”, que consiste en volver a unir las dos partes de la trompa de Falopio, mediante puntadas microscópicas, aunque su principal riesgo implica una alta probabilidad de sufrir un embarazo ectópico, es decir, la implantación del embrión fuera del útero, que generalmente provoca abortos espontáneos o requiere intervenciones médicas.
Cabe mencionar que este tipo de procedimiento suele recomendarse especialmente en pacientes que tengan las trompas ligadas y sean menores de 35 años.
Actualmente, las tecnologías de Reproducción Asistida permiten conseguir un embarazo de una forma más segura y con menos riesgos.
En el caso de la Fecundación In Vitro, la fecundación del óvulo y el espermatozoide se produce en un laboratorio y no es necesario el uso de las trompas de Falopio, ya que una vez formado el embrión, este se traslada directamente al útero para su desarrollo y crecimiento.
A continuación, te contamos algunas de las ventajas más relevantes de realizarte un tratamiento de Fecundación In Vitro, en especial para las mujeres que tienen más de 35 años:
En Ingenes llevamos la Fecundación In Vitro al siguiente nivel gracias a nuestros Programas Multiciclo, con los que te ofrecemos hasta 4 ciclos de FIV para aumentar tus posibilidades de lograr un bebé hasta en 96%.
Hoy lo imposible no existe, y es posible revertir cualquier decisión si decidimos cambiar nuestros planes. La ligadura de trompas ya no es un impedimento si ser mamá se convirtió en tu sueño.
Acércate con nuestros especialistas y permite que te ayudemos a lograrlo.
El tratamiento de Fecundación In Vitro ha evolucionado la forma de concebir bebés en todo el mundo, es considerado un tratamiento de alta complejidad debido a la serie de procedimientos utilizados que aumentan el nivel de probabilidad de éxito, consiguiendo la unión del óvulo y el espermatozoide en un laboratorio, y transfiriendo el embrión formado directamente al útero materno para lograr un embarazo.
Este tratamiento no solo es una alternativa exitosa para casos de infertilidad, ya que también tiene beneficios para que muchas otras mujeres se conviertan en mamás.
Es un tratamiento ideal para parejas que no están en condiciones de tener un bebé, por ejemplo, cuando existen:
Además de ser una excelente alternativa para parejas femeninas, y mujeres solteras, que quieren tener un bebé, e incluso para aquellas que quieren descartar anomalías en su futuro hijo.
Como ya mencionamos, el tratamiento de Fecundación In Vitro no es un tratamiento exclusivo para casos de infertilidad, y aunque ha mostrado grandes resultados en este campo, también tiene otros beneficios, como:
Para realizar un tratamiento de Fecundación In Vitro, además de ser realizado exclusivamente por expertos reproductivos, los pasos que describen el procedimiento son los siguientes:
Ingenes es el Instituto de Fertilidad y Genética líder en América Latina, gracias a que tenemos la tasa de éxito más alta, con más de 50.000 bebés nacidos.
Hemos llevado el tratamiento de Fecundación In Vitro al siguiente nivel a través de nuestros Programas Multiciclo, que ofrecen hasta 4 ciclos para tener un bebé y garantizan hasta un 96% de posibilidades de éxito, además de ofrecer servicios de banco de donantes para mujeres solteras y el ROPA (Método de Recepción de Ovocitos de la Pareja) para parejas de mujeres.
Ser mamá a los 40 años es posible y completamente seguro. Después de los 35 años la calidad y cantidad de los óvulos disminuye, lo que reduce las probabilidades para concebir de cualquier mujer, esto como un proceso natural del cuerpo conforme avanza la vida; sin embargo, existen tratamientos de Reproducción Asistida que permiten poner un alto al reloj biológico y lograr un bebé a esa edad e incluso después.
A continuación, te compartimos la historia de Ruth, una mujer que se convirtió en madre después de cumplir 44 años, gracias a un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Yo ya había soltado la idea de convertirme en mamá, sentía que por mi edad ya no era posible y, la verdad, era un plan que ya no estaba en mi lista; pero la vida da muchas vueltas, y cuando conocí a mi esposo, ser madre se convirtió en un anhelo muy, muy grande.
Antes de pasar por este tratamiento nunca encontraron qué era lo que pasaba, no tenía ovario poliquístico o endometriosis, tenía las trompas bien, ovulaba perfecto a pesar de mi edad y mi esposo también estaba bien, pero nuestro embarazo no se daba.
Sabía que, si quería ser mamá a los 40, sería necesario tomar un tratamiento, esa era la única barrera que se interponía. Una amiga ya me había contado sobre el Instituto, aquí es donde ella también tuvo a su bebé, y me decidí a pedir una cita.
Al conocer a mi doctor y mi enfermera sentí una confianza enorme, pienso que eso fue algo muy importante durante todo el proceso, porque tener un bebé no tiene que ver solo con tu cuerpo, sino con tus emociones; y sentir confianza con tus doctores es algo que es clave.
Lo intentaríamos con un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro, me dio mucha seguridad saber que tendríamos más de una oportunidad para lograrlo, además de la devolución de dinero que nos garantizaron si no teníamos éxito.
Mi familia nos apoyó desde el primer momento, mis amigas también, todos estuvieron ahí para sostenerme y darme más fuerza, es algo que se los agradezco infinitamente y que jamás olvidaré.
Pasamos por un gran bache al inicio, porque después de la primera transferencia no se dio, y fue algo muy difícil para los dos.
Me hicieron una histeroscopia y se dieron cuenta de que el cuello de mi matriz era muy pequeño y había también un tejido extraño que obstruía. Llevé tratamiento y aunque me sentía muy cansada, continué.
Después de un mes regresamos, y esta vez nos llevamos la mejor noticia del mundo. Hicimos todo al pie de la letra, tal y como el doctor nos lo decía, y en esa segunda transferencia sucedió, ¡iba a ser mamá!
Benjamín vino a completar una parte de mí que no creía que me hiciera falta. Jamás imaginé que en mi corazón habría tanto amor y lo descubrí la primera vez que lo vi.
Ser mamá es algo maravilloso, cambia tu vida por completo y te haces de una responsabilidad enorme. Cada bache, cada lágrima y momento difícil valió la pena para llegar hasta aquí, donde lo tenemos con nosotros.
Él se aferró a quedarse conmigo en mi vientre y se lo agradezco, porque también puso de su parte para que nosotros fuéramos sus papás. Mi bebé hoy ya tiene 3 años y es la bendición más grande que hemos recibido en la vida.
A veces podemos pensar que sabemos lo que significa el amor, pero convertirte en mamá te hace ver el amor desde otra perspectiva, puedes entenderlo y vivirlo al máximo.”
Ser mamá a los 40 es posible, y prácticamente todas las mujeres que lo desees pueden cumplir ese sueño gracias a las distintas alternativas de Reproducción Asistida que existen hoy, y que ponen un alto al reloj biológico para ser mamá cuando tú lo decidas.
Si tienes más de 35 años y llevas 6 meses o más intentando tener un bebé sin lograrlo, es importante que acudas con especialistas en fertilidad, que te brinden un diagnóstico personalizado y el tratamiento específico que te dé las mayores probabilidades de ser mamá en el menor tiempo posible.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo.
Una evaluación completa de tu fertilidad, enfocada en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate a Ingenes, cuéntanos tu historia aquí y permítenos ayudarte a cargar a ese bebé que tanto anhelas.
Para Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de una de las compañías más valiosas a nivel mundial, la humanidad se dirige hacia su fin inminente a menos de que las personas comiencen a tener más hijos.
Durante un evento organizado por The Wall Street Journal, el CEO de Tesla y SpaceX hizo algunas declaraciones referentes a las bajas tasas de natalidad que han ido incrementando durante las últimas décadas:
“Creo que uno de los mayores riesgos para la civilización es la baja tasa de natalidad y el rápido descenso de la misma. Sin embargo, muchos, incluso personas inteligentes, creen que hay demasiada gente en el mundo y que la población está creciendo sin control. Es completamente lo contrario. Por favor, mirad los números: si la gente no tiene más hijos, la civilización se va a desmoronar, recuerden mis palabras.”
Elon Musk
Elon Musk tiene 6 hijos de dos matrimonios, y considera que el bajo índice de nacimientos tiene un impacto directo en el trabajo, la producción y el desarrollo tecnológico del mundo. Si las personas no comienzan a tener más hijos, él asegura que la humanidad se dirigirá a su fin inminente.
De acuerdo con información del Banco Mundial, Elon Musk no está equivocado, desde la década de 1960 el número de nacimientos ha ido descendiendo cada vez más; sin embargo esto no ocurre de forma homogénea en el planeta, ya que hay algunas zonas que están completamente sobrepobladas, generando diversos problemas que van desde falta de acceso a servicios básicos, hasta desigualdad económica y social.
México no es la excepción, y el número de nacimientos registrados en el país también ha ido en picada, con una tendencia marcada desde la década de 1990 hasta la fecha, como muestran los datos de natalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los anteriores no son los únicos números que han llamado la atención de Elon Musk. Desde 1960 a la fecha, la esperanza de vida a nivel mundial ha aumentado considerablemente, pasando de 52 años a más de 72.
El magnate considera que la humanidad no debería insistir en intentar vivir por períodos demasiado prolongados, ya que insiste en que la renovación de la especie es fundamental para el progreso y el desarrollo de nuevas ideas, tendencias, tecnología y cambios profundos que buscan mejorar la civilización:
"Creo que es importante que las personas mueran, porque la mayoría de las veces, la gente no cambia de opinión. Si viven eternamente, entonces podríamos convertirnos en una sociedad estática en la que las nuevas ideas no tienen éxito".
Elon Musk
Las nuevas generaciones se inclinan hacia una tendencia general de decir no a los hijos, como ocurre con los hogares nombrados como “DINK” por sus siglas en inglés para Double Income No Kids o Ingeso Doble Sin Hijos; que destacan sobre todo en la generación Millennial, con parejas de adultos jóvenes que viven en un mismo hogar y deciden no tener bebés.
Sin embargo, hoy en día también existen mayores posibilidades para que las personas que sí buscan tener hijos, puedan lograrlo, como es la Fertilización In Vitro y otras técnicas de Reproducción Asistida; lo que no solo otorga a estas personas la posibilidad de ver realizado ese sueño, sino que trae al mundo bebés deseados, esperados y amados; que gracias a eso, tendrán mayores oportunidades de convertirse en seres humanos felices y con una mejor calidad de vida.
Las predicciones de Elon Musk son determinantes: si las personas no comienzan a tener más hijos pronto, la humanidad desaparecerá; pero la decisión está en cada uno de nosotros y solo el tiempo nos dará esa respuesta.